jueves, 28 de febrero de 2013

Chozas y rusticismo.


Frente a la pérdida de las distintas manifestaciones de arquitectura tradicional, ya prácticamente extinguidas, tanto en sus usos, técnicas constructivas, formas y tipologías; se vienen desarrollando durante las últimas décadas, dos corrientes totalmente antagónicas en su concepto y esencia.

Por un lado, para algunos sectores de la población, este tipo de arquitectura genera un cierto sentimiento de idealismo y bucolismo.  Son cada vez más frecuentes actuaciones sobre edificios modernos que tratan de simular la estética de algunas construcciones tradicionales. Esta modalidad, a la que yo vengo en llamar “rusticismo”, emplea una falsa apariencia de antiguo, pues sobre estructuras de hormigón y ladrillos huecos, se utilizan revestimientos de medios ladrillos, maderas y piedras simulando muros y cubiertas, llegándose incluso al empleo de moldes de resina imitando todos estos materiales.

En el caso particular de las chozas, se han venido realizando en Córdoba, diversas iniciativas públicas que han optado por esta modalidad. Frente a un rigor etnográfico ha primado la idea de reproducir una imagen estereotipada de estas formas básicas de albergues. Muchos de estos casos, tratan de aproximarse a las tipologías que existieron, utilizando toda una serie de materiales modernos (cemento, hierros, asfalto, etc.) o foráneos (brezo, cañizo, etc.) que nada tienen que ver con el concepto de arquitectura mínima e inmediata.


Chozas en un parque de Torrecampo. 

Museo de la Matanza (Alcaracejos).

Albergues en Piconcillo (Fuente Obejuna).

En contraposición, existen otras experiencias más acertadas que se ajustan a esta desaparecida realidad social, sobre todo porque en la mayoría de los casos han sido recreadas por antiguos pastores o personas que conocían sus técnicas constructivas. Aquí, se han utilizado casi los mismos materiales originales recogidos del entorno inmediato (palos, maderas, paja o juncos), con alguna licencia para incorporar cuerdas de plástico.

Choza en Puente Nuevo (Villaviciosa de Córdoba).

Museo de Posadilla (Fuente Obejuna).

Chozo en la Dehesa Boyal (Pedroche).

Museo del Pastor (Villaralto).

Con todo esto, quiero decir, que ya que intentamos recordar como fueron los refugios y albergues de nuestros antepasados, haciendo recreaciones en distintos espacios públicos, deberíamos ser un poco mas serios y rigurosos. Aunque se parta de unas muy buenas intenciones y voluntades, hemos de transmitir a las generaciones que no llegaron a conocerlas, una imagen lo mas ajustada posible a aquella realidad.

sábado, 16 de febrero de 2013

Choza de Los Caños (Hinojosa del Duque).

Ref.: HI-10                                                       Choza de los Caños
Coordenadas huso UTM: WGS84  30 x:314625  y:4260952
Municipio: Hinojosa del Duque.
Comarca: Los Pedroches (Sierra Morena).
Paraje y otros topónimos: Los Caños y San Bartolomé, junto a la vía pecuaria de “Hinojosa del Duque al Puerto del Calatraveño”, o “Camino Viejo de Córdoba”.
Acceso: abierto.
Propietario: privado.
Tipología: mineral de cúpula semiesférica.
Tipo de hábitat: aislado.
Usos: ganadero (albergue, casa y pajar).
Cronología: desconocida.
Conservación: deteriorada (presenta varias grietas en la cúpula).
Características y  técnicas constructivas:
asentamiento: en una amplia llanura agrícola con algo de dehesa; disposición: se le anexiona otra casa rectangular tejada; planta: circular; paramentos: piedra tosca (pizarras, micaesquistos y pórfidos) tomada con barro; revoques: semienlucido y encalado exteriormente. Presenta enfoscado y encalado interior, siendo la última capa de la cúpula en pintura de almagra; solera: empedrado con guijarros irregulares; cubierta: cúpula semiesférica de ladrillo macizo sobre la que se disponen tres aguas de teja árabe sobre alero de pizarra; elementos: la entrada tiene jambas, dintel y umbral de de agujas completas de granito; dispone de chimenea y tres pequeñas hornacinas, así como percheros de madera empotrados en la pared y soporte para una tabla sobre la puerta; reformas: la anexión la casa rectangular.
Planimetría: planta exterior: 4.60 m. diámetro; planta interior: 3.50 m. diámetro; alturas: alero: 2.40 m.; interior: 3.25 m.; ancho muro: 0.60 – 0.55 m.; entrada: 1.60 x 0.90 m.;  orientación de la entrada: E.
Otras construcciones: tiene anexionada una construcción posterior pero también antigua. Es de planta cuadrangular con dos crujías y a dos aguas, una de ellas posible pajar. Toda la cubierta está semidesplomada.
Fuentes orales:
Fuentes documentales:
Observaciones: existen grafitis modernos, algunos de 1995.
Colaboradores: David Gómez y Mónica López.
Fotos

Vista delantera.

Vista trasera.

Interior de la choza.

Detalle de la chimenea.

Planos y dibujos

Recreación  de su estado original.
Plano 1 (planta y sección).

Plano 2 (vista exterior de la cubierta).


domingo, 10 de febrero de 2013

Choza de la Huerta de Navacautivo (Villanueva de Córdoba).

Ref.: VCO-47                    
Coordenadas huso UTM: WGS84  30 x:357772 y:4231735
Municipio: Villanueva de Córdoba.
Comarca: Los Pedroches (Sierra Morena).
Paraje y otros topónimos: Casas de Navacautivo, Cercado de las Chozas.
Acceso: restringido dentro de un cercado.
Propietario: privado.
Tipología: mixta rectangular.
Tipo de hábitat: aislado.
Usos: ganadero (albergue humano y cuadra).
Cronología: al menos de 1893.
Conservación: ruinas parcialmente demolidas.
Características y  técnicas constructivas:
planta: rectangular con las esquinas curvas ; asentamiento: en medio de una dehesa sobre terreno llano; disposición: con una habitación dividida por un tabique; también tenía otra estancia anexionada en un extremo; todo el conjunto se apoya sobre un cercado de piedra, donde aparece una entrada cegada; paramentos: piedra tosca (granito) tomada con barro; revoques: no apreciables; solera: no apreciable; cubierta: debió ser de tipo vegetal con armadura a cuatro aguas; elementos: no apreciables ; reformas: no apreciables.
Planimetría: planta exterior: 16.00 (aprox.) x 3.85 m.; planta interior: 0.00  (aprox.) x 2.75 m.; ancho muro: 0.55  m.; alturas, zócalo: 1.60 m.; orientación de la entrada: S.
Otras construcciones: En sus proximidades existe un caserío con horno anexo y tinao, que parecen posteriores a la choza. Igualmente, se mantiene un cercado donde existe una huerta regada desde un pozo con brocal.
Fuentes orales: los propietarios de la finca, informan sobre su localización y antigüedad.
Fuentes documentales: Referencia topográfica de 1893[1] y 1934[2], apareciendo como “Chozo de huerta de Navalcautivo”.
Observaciones: la demolición fue realizada recientemente, empleando las piedras para arreglar otros cercados.
Colaboradores: Ricardo Luque Revuelta
Fotos

Restos de los muros.


Antigua entrada de la choza ya cegada.


Planos y dibujos

Planta y sección (con reconstrucción hipotética).


Algunas imágenes del resto de las construcciones citadas en su entorno.










[1] INSTITUTO GEOGRÁFICO Y CATASTRAL (1893). Hoja 881 (Villanueva de Córdoba).
[2] INSTITUTO GEOGRÁFICO Y CATASTRAL (1934). Hoja 881 (Villanueva de Córdoba).

martes, 5 de febrero de 2013

Córdoba II (La Sierra)


Aunque de manera genérica, Manuel Cabronero[1] cita en 1887 para todo su municipio 67  “barracas, cuevas o chozas”, es difícil cuantificar cuantas existían en La Sierra y cuantas en La Vega-Campiña Baja. No obstante, si se pueden aportar multitud de localizaciones concretas en esta extensa área serrana.

Las más antiguas, datan de 1780, donde en la finca de “Navas Llanasla Real Caballeriza de la Ciudad de Córdoba, poseía una “Dehesa y Juridizion de Rivera”. En ella aparecen diversas referencias “Choza de las Yeguadas del Sr. Marqués, Chozas del Lantiscar y Chozas de las Yeguadas”, cartografiadas en un plano levantado de Orden del Excmo. Sor. Duque de Alba (Archivo del Palacio Real de Madrid)[2]. Un siglo mas tarde, en 1887 se[3] cita el lugar como entidad de población, indicando que poseía 4 construcciones “casa de labor y albergues de trabajadores” con 2 habitantes de hecho.

Dentro de la cartografía histórica de 1896[4], 1897[5], 1898[6] y 1929[7] y 1933[8], igualmente se referencian gran cantidad de chozas dispersas por distintos parajes: “Miradero”, “Cerro del Lobo”, “Campillo Alto”, “Navas del Moro”, “Campiñuela Alta”, “Campo Bajo”, “Clavellina”, “Almenta Baja”, “Huerta de Mazán”, “Pedroche”, “La Gorgoja”, “Cuevas Altas”, “La Porrada” y “Velillos”; indicándose algunas con nombres propios: “Choza de Yegüeros”, “Choza de San Cebrián el Alto”, “Choza del Cerro del Aguila”,  “Choza del Mentidero”, “Chozas del Cortijuelo del Sr. Cantué”, “Choza de Francisquito” y “El Chozón”.

Un caso documentado gráficamente, es el de la “Choza de Jeromo” en la actual finca de “La Conejera”. Se trata de la ilustración[9] de una choza vegetal realizada por el dibujante Miguel Castanys, y fechada en 1936. Otro ejemplo, el único inventariado hasta la fecha, son un conjunto de ruinas que aparecen asociadas a la referencia topógráfica de “Chozo de los Ahorcados”.

Choza de Jeromo. Cortesía de J. Manuel Quero.

De algunas, se concreta algo mas de información en 1887[10], como el “Campillo Bajo” donde se indica “casa de labor y albergues de trabajadores”, disponiendo entonces de 6 construcciones y 2 habitantes de hecho y “La Bastida” con 7 construcciones tipo “chozas de trabajadores” y 5 habitantes de hecho.

Muchos de estos albergues, aparecían asociados a zahurdas para la cría del cerdo ibérico, siendo nombrados otros específicamente para diferentes usos ganaderos, como: de “vaquero”, de “yegüero” y de “cabreros”. De estos últimos, se ha podido constatar oralmente la construcción de chozos vegetales en la zona de la “Aguardentera”, al menos hasta la década de los 60 del siglo XX.

Por otro lado, y en una zona limítrofe con los términos de Villaviciosa de Córdoba y Almodóvar del Río, los autores[11] citan en su estudio, multitud de localizaciones de muchos rancheros, familias dedicadas durante la postguerra civil a distintos oficios del monte (pastores, vaqueros, porqueros, arrieros y carboneros); entre ellos, destacar el “Puerto Artafi”, “La Porrá Vieja”, “Chozo Verdejo” y “Chozo del Moro”. Igualmente se citan en esta área, chozos donde se escondían los “maquis”, que fueron finalmente aniquilados por las fuerzas franquistas.

En cuanto a los núcleos de población, en el “Barrio del Naranjo” se asentaban una serie de chozas y casillas que hicieron los familiares de los presos republicanos que estaban en la cárcel de Córdoba[12].

Por otro lado, en “Cerro Muriano”, se tienen registros documentales de chozas y barracas, al menos desde principios del siglo XX. Aparecen numerosas referencias (hasta 80 construcciones), en un plano de 1918, así como en una fotografía de entre 1912 y 1919, ambos documentos estudiados por Fernando Penco[13]. Se trataba de construcciones vegetales habitadas por mineros y repartidas por los distintos barrios del poblado.


Chozas de mineros en Cerro Muriano.
Cortesía de Fernando Penco (Museo del Cobre).


[1] CABRONERO Y ROMERO, M. (1891). Resumen por ayuntamientos de todos los edificios y albergues. Córdoba (pag. 83).
[2] OLMEDO GRANADOS, F. (2006). Plano en el tomo I (pags. 52 y 53).
[3] CABRONERO Y ROMERO, M. (1891). Entidades de población (pag.71).
[4] INSTITUTO GEOGRÁFICO Y CATASTRAL (1896). Hoja 923 (Córdoba).
[5] INSTITUTO GEOGRÁFICO Y CATASTRAL (1897). Hoja 902 (Adamúz).
[6] INSTITUTO GEOGRÁFICO Y CATASTRAL (1898). Hoja 922 (Sta. María de Trasierra).
[7] INSTITUTO GEOGRÁFICO Y CATASTRAL (1929). Hoja 922 (Sta. María de Trasierra).
[8] INSTITUTO GEOGRÁFICO Y CATASTRAL (1933). Hoja 923 (Córdoba).
[9] QUERO, José Manuel (2007).
[10] CABRONERO Y ROMERO, M. (1891). Entidades de población (pag.56).
[11] NARANJO, et al (2006). Dicen: “en las fiestas y bailes que en su chozo se celebraban se iban conociendo los hijos del cabrero, del porquero, de otros rancheros…”.
[12] NARANJO, et al (2006).
[13] PENCO VALENZUELA, F. (2010). Cerro Muriano, sitio histórico. Historia de la minería en Córdoba. Ed. Almuzara. 243 pp.