viernes, 6 de diciembre de 2013

Chozas del Cervigón (Torrecampo).


ref. TOR 9                                                
Coordenadas huso UTM: WGS84 30 S x:36040 y:4256582 / x:360031 y:4256563
Municipio: Torrecampo. Comarca: Los Pedroches (Sierra Morena).
Paraje y otros topónimos: Cervigón y Cordel de Villanueva de Córdoba.
Acceso: cerrado con cerca ganadera. Propietario: privado.
Tipología: mixtas curvas – rectangulares. Tipo de hábitat: aislado.
Usos: agrícola ganadero (albergue, cuadra, horno y zahurda).
Cronología: desconocida.
Conservación: ruinas (sin cubiertas y con los muros algo derruidos).
Características y  técnicas constructivas: 

asentamiento: sobre la cima de una suave colina, en medio de una dehesa; 

disposición: conjunto de varias construcciones exentas pero agrupadas (un albergue, horno circular, cuadra y zahurda); 
soleras: no apreciables.

Choza I (albergue): 

planta: rectangular con un extremo curvo; 
paramentos: piedra tosca (granitos y dioritas) tomados con barro; aparecen 3 pilastras centrales, una de ellas de adobe calzado sobre mampostería y algunas losas de pizarra salientes para apoyar las maderas de una cámara alta; también existe un tabique sólo de adobe; la construcción en general, está nivelada sobre una suave pendiente; 
revoques: sólo se conserva algo de enfoscado de cal en una pilastra de adobe y un ventanillo; el interior pudo estar todo encalado; 
elementos: tiene dos ventanillos abocinados hacia dentro, ambos con barrote de madera en horizontal; uno con poyetes de pizarra y restos de haber tenido un cristal cerrado con yeso; también dispone de una hornacina con dintel de granito y poyetes de pizarra; en la cabecera mas alta y estrecha se disponía el hogar, sin tiro de chimenea, apareciendo dos pletinas de hierro con anillas clavadas para colgar los pucheros, así como alguna repisa de piedra; igualmente, en el centro y entre dos de las pilastras debió existir una pequeña habitación cerrada con adobe a modo de despensa; 
cubierta: debió ser de tipo vegetal a dos aguas sobre cuatro tramos de cumbreras apoyados en las pilastras; 
reformas: parece que la construcción se inició con una planta rectangular y una sola pilastra; luego, una de las cabeceras se abrió para reducirla a pilar, añadiendo otra habitación semicircular irregular que tenía descentrado otro pilar mas.

Choza II (cuadra): 
planta: rectangular con algunas esquinas curvas (tres habitáculos en forma de L); 
paramentos: piedra tosca (granitos y dioritas) tomados con barro; 
revoques: no apreciables; 
cubierta: debió ser de tipo vegetal con una habitación en forma cónica y otra armadura anexa a dos aguas; elementos: tiene dos puertas exteriores; una ancha para acceder a la cuadra, donde existe un pesebre de losas de pizarra en el suelo y otra para acceder al posible pajar o gallinero, dividido por un tabique en dos; pero comunicado a la cuadra mediante otro vano interior; reformas: no apreciables.


Planimetría (choza I): planta exterior: 11.00 x 4.50 – 7.00 m.; planta interior: 10.00 x 3.30 – 6.00 m.; ancho muros: 0.80 a 0.40 m.; alturas (muros): 2.20 – 1.80 m.; (cuchillas): 3.20 – 2.20 m. elementos: puerta (sin dintel): 0.75 – 0.80 m.; ventanillos: 0.40 – 0.20 x 0.60 – 0.40 m. / 0.35 – 0.20 x 0.45 m.; hornacina: 0.80 x 0.37 x 0.35 m. ; orientación de la entrada: E 100.;

Planimetría (choza II): planta exterior: 6.00 x 3.40 – 5.10 m.; planta interior: (hab.1): 3.00 x 2.60 m.; (hab.2): 2.00 x 1.90 m.; (hab.3): 2.00 x 1.90 m.; ancho muros: 0.35 – 0.40  m.; alturas (muros): 1.55 – 1.60 m.; elementos: puertas (sin dintel): 0.90 m. / 0.70 m.; orientación de las entradas: NE.

Otras construcciones: el horno con la cúpula ya desplomada, dista casi cinco metros de la puerta del albergue; la cuadra está a unos 12 m. de este; y una zahurda de patio se localiza algo más alejada.
Fuentes orales: fueron indicadas por un informador que llegó a conocerlas hace años con las cubiertas vegetales.
Fuentes documentales:
Observaciones:
Equipo de Trabajo: Ricardo Luque Revuelta y Rafael Pulido Jurado (2013).
Colaboradores: informador anónimo.

1 y 2. Dos vistas exteriores. 3, 4 y 5. Pilares de mampostería y adobe. 6. Ventanillo.

1. Vista general del asentamiento. 2. Choza cuadra. 3. Horno. 4. Zahurda corral.

jueves, 21 de noviembre de 2013

Villaviciosa de Córdoba, con buen ejemplo.

A menudo las administraciones con competencias en materia de conservación del patrimonio arquitectónico, etnográfico y medioambiental, no solamente no cumplen los objetivos para las que son concebidas, ni alcanzan las expectativas que ciertos sectores de la sociedad demandan; si no que además, provocan situaciones contradictorias, llegando a actuar de manera poco consecuente, e incluso a veces destructiva con nuestro patrimonio.

Por el contrario, en esta materia de la arquitectura vernácula, cada vez estoy viendo muy satisfactoriamente, ciertos ejemplos en los que propietarios de pequeñas y grandes fincas, realizan actuaciones que son todo un ejemplo para nuestros gestores y políticos.

En una pasada salida de campo con el compañero Ricardo Luque, por el municipio de Villaviciosa de Córdoba, con el objetivo de inventariar las abundantes chozas referenciadas históricamente en estos montes serranos, pudimos comprobar algunos esperanzadores ejemplos de lo anteriormente expuesto.

Hace ya unos siete años, José García, rehabilitó una antigua choza circular mixta que existía en un terreno de su propiedad. Hasta hace unos meses, no he tenido conocimiento de esta magnífica actuación. La rehabilitación consistió en asentar el zócalo de piedra y reconstruir la desaparecida cubierta, realizada por Francisco “Callaito” un antiguo conocedor de esta técnica de techar con juncos; que igualmente construyó otra muy similar en el Camping de Puente Nuevo.

Choza recuperada en el Cerro de los Aviones. 

 
Interior de la choza del Camping de Puente Nuevo.


Además, el fotógrafo José Ángel Expósito ha construido un pequeño chozo para la observación de aves en el mismo paraje, donde se conservan también una era y un colmenar.  


Chozo de juncos y su constructor.

Pero la jornada siguió siendo muy productiva, otro propietario de la zona, se había puesto en contacto previamente a través de este blog, porque quería enseñarnos un buen puñado de ruinas de chozas en otro paraje de este municipio. Esta persona, sensibilizada con el valor etnográfico e histórico que supone tener este tipo de construcciones,  nos mostró amablemente cada una de sus localizaciones, aportando numerosos detalles sobre los rancheros que pudieron vivir allí durante gran parte del siglo XX.




lunes, 4 de noviembre de 2013

Chozas y chabolas.


Al hablar sobre las chozas o albergues realizados para el resguardo básico de personas, siempre e incluido aquí, toda una serie de construcciones primarias realizadas con los materiales naturales más inmediatos, en estado puro o con alguna elaboración; siempre de acuerdo a unas técnicas y tipologías más o menos definidas, así como a unas necesidades muy concretas. Sin embargo, no podemos de dejar de tratar, otras construcciones llamadas en algunas ocasiones infraviviendas, que entran dentro de la denominación popular de “chabolas”. Éstas, fueron construidas con alternancia de materiales naturales (tierra, maderas, cañas,  paja y cal) con otros materiales reciclados y de desecho (chapas, tejuelos, tablas y telas), antes de la aparición de los plásticos.

En el chabolismo concurren diversas circunstancias que hacen que este fenómeno se sitúe en el extremo más marginal de estas moradas. No por ello, dejando de ser arquitectura, aunque con soluciones técnicas poco depuradas y adaptada a los citados materiales disponibles, siempre en el entorno urbano y periurbano, de una época determinada de la historia reciente de nuestros pueblos y ciudades.

Hasta la década de los 70 del siglo pasado, existieron en la periferia de la ciudad de Córdoba, multitud de asentamientos de chozas y chabolas. Especialmente concentradas en la orilla opuesta del río Guadalquivir. Los barrios de “Fray Albino” y “Campo de la Verdad” se poblaron con este tipo de hábitat durante varias décadas de la primera mitad del siglo XX, hasta su reedificación formal propiciada por el célebre clérigo Fray Albino, ya en 1950.

Barrio de Fray Albino en 1949.
Últimas chozas y obras de las actuales casas.
Fundación Cajasur.

Callejón en el Campo de la Verdad.
Archivo Municipal de Córdoba.
Campo de la Verdad en 1947.
Diario Córdoba.


Otros barrios actuales, tuvieron su origen en este fenómeno social. Así en el  “El Naranjo”, durante los penosos años de la postguerra civil, se asentaron una serie de chozas y casillas que hicieron los familiares de los presos republicanos que estaban en la cárcel de Córdoba, según comentan (Naranjo et al, 2006). Es posible también, que el barrio de “Zumbacón” tuviera una génesis similar.


Zumbacón en 1950.
http://viejospapeles.blogspot.com.es/2013/05/el-zumbacon-en-1962.html

Chozas inundadas en La Ribera el 10 de junio de 1947.
Archivo Municipal de Córdoba.


Fueron diversos los enclaves de la provincia donde se prodigó esta forma de hábitat, especialmente en las comarcas de La Vega y Campiña Baja. Uno de ellos, fue el la “Cañada Real Soriana”. Esta usurpada vía pecuaria, fue poblándose de jornaleros y gentes sin casa durante varias décadas del siglo XX. Sobre ella, se citan los actuales núcleos de población de “Villarrubia”, “El Higuerón” y “Majaneque” del término municipal de Córdoba y “Los Mochos”, ya en Almodóvar del Río. Este núcleo de población se originó por parte de  trabajadores  temporeros. Según (NAZ MORENO, F., 2008) las autoridades de la época consintieron las continuas construcciones de ramajes y chozas iniciales. Ya en 1930 había 163 caseríos diseminados y 639 viviendas.

Familia Mohedano en una choza de Villarrubia (Córdoba).
Cortesía de Manuel Moral.

En la localidad de Posadas, se constata la permanencia de chozas en el entorno de su núcleo urbano, concretamente junto al Río Guadalquivir. Sobre la “Colada de la Redonda” se localizaba el asentamiento llamado “Las Chozas”. Algunas fotografías (www.posadas.es) recuperadas por José Santiago Igeño, ilustran estas construcciones desde principios del siglo XX. La primera data de entre 1908 y 1910, comentándose al respecto: “Posiblemente se trata de una visita del señorito a los pobres para atender sus necesidades más básicas”. Y la segunda, ya en 1970; “El último de los chozos, viviendas humildes construidas de adobe, paja y cañizo al final del Callejón de Jesús, donde se cobijaban tras la guerra civil las personas más humildes”.

Choza en Posadas (1908-1910). Foto de José Santiago Igeño.
www.posadas.es

Choza en Posadas (1970). Foto de José santiago Igeño.
www.posadas.es

Por otro lado, en la localidad de Palma del Río se documentan ampliamente distintos asentamientos periurbanos de chozas de trabajadores y jornaleros a lo largo de la segunda mitad del siglo XX. Construcciones, que fueron reconducidas hacia otras prefabricadas llamadas “Casas Tubo” y finalmente, hacia barrios actuales de edificios de pisos. Entre estos enclaves se citan: el Barrio de la Soledad, llamado entonces las Cábilas o Llano de las Eras, Mesa de San Pedro o Cerro de la Iglesia, El Lino, etc.

Chozas en los Llanos de la Iglesia (Palma del Río).
Asociación Saxoferreo.

También en la Sierra, se dieron algunos asentamientos de chozas concentradas o dispersas en torno a núcleos mineros, como el caso de Cerro Muriano (Córdoba), Casas Baratas y Vega del Fresno (Belméz) y Cerro o Calle de Los Chozos (Peñarroya-Pueblonuevo). Pero estas serán detalladas en otras entradas futuras.



Referencias bibliográficas.
NARANJO, Luís; MORAL, Manuel; CARRASCO, Miguel y CARRASCO, Agustín (2006). Claves naturales y sociales de la Guerrilla Antifranquista en Sierra Morena. Recorrido histórico-natural por el valle medio del Guadiato.  Biblioteca Ensayo 11. Ed. Diputación Provincial de Córdoba y Ayto. de Villaviciosa. Córdoba. 212 pp.
NAZ MORENO, Federico (2008). Historia de Almodóvar del Río. Ed. Ilmo. Ayto. de Almodóvar del Río (Córdoba). 574 pp.


jueves, 17 de octubre de 2013

Choza La Vega (Hinojosa del Duque).

ref. HIN 9                                               
Coordenadas huso UTM: 30 S x:317822 y:4261608 
Municipio: Hinojosa del Duque. Comarca: Los Pedroches (Sierra Morena).
Paraje y otros topónimos: La Vega, Lote Ropera y Camino de Pozoblanco.
Acceso: cerrado con cerca ganadera. Propietario: privado.
Tipología: circular de cúpula semiesférica tejada. Tipo de hábitat: aislado.
Usos: ganadero (albergue de pastores).
Cronología: desconocida.
Conservación: deteriorada (varias grietas en la cúpula).
Características y  técnicas constructivas: asentamiento: en una llanura de dehesa; disposición: exenta; planta: circular; paramentos: piedra labrada (granito) tomada con barro y algunos ladrillos macizos; revoques: semienlucido y encalado exterior; mientras que el interior tiene un enfoscado y encalado completo; solera: empedrado con guijarros irregulares; cubierta: cúpula semiesférica de ladrillo macizo, sobre la que se han añadido cuatro aguas de teja árabe; el alero es el propio de la teja; elementos: en la entrada, las jambas, dintel y el umbral son de agujas completas de granito; mantiene de carpintería, una puerta y un ventanillo, que además tiene reja; en su interior se disponen una chimenea con un tiro bastante alto y tres alacenas con anaqueles; reformas: el empedrado se cubrió con una lechada de cemento.





Planimetría: planta exterior: 4.90 m. diámetro; planta interior: 3.95 m. diámetro; ancho muro: 0.60 m.; alturas: alero: 2.60 m.,  interior: 3.60 m.; entrada: 1.68 x 0.83 m.; orientación de la entrada: E; ventanillo: W.

Planta y sección.

Vista del tejado.

Otras construcciones: a 200 m. existe un cercado de piedra o tapial de forma rectangular (42 x33 m.).
Fuentes orales:
Fuentes documentales:
Observaciones: disponía de un pararrayos, que se encuentra desmontado en el suelo; su abandono parece haberse producido hace relativamente poco tiempo. Se encuentra bajo la sombra de un buen ejemplar de encina (Quercus ilex, sub. rotundifolia).
Equipo de Trabajo: Rafael Pulido Jurado (2010).
Colaboradores: David Gómez y Mónica López.

jueves, 19 de septiembre de 2013

Construcción de una "sucá".

El próximo domingo 29 de septiembre, tengo previsto colaborar en las 14ª Jornadas de la Cultura Judía, impartiendo un taller para niños, en el que construiremos una cabaña como las que hacen los judíos de todo el mundo en su "Fiesta de la Sucá".

El taller será realizado para dos grupos de 10 niñ@s cada uno, con una edad mínima de 8 años, (previa inscripción).Tendrá lugar entre las 11:00 y las 13:00 horas, dentro del Parque "Ciudad de l@s Niñ@s" de Córdoba. 



Los materiales de construcción serán: maderas, cañas, cuerdas, juncos y hojas de palmera), quedando una vez construida ubicada dentro de estas instalaciones.

Aquí se muestran dos carteles y un enlace https://www.facebook.com/cordobajudaica con todas las actividades:







viernes, 30 de agosto de 2013

Barracas del Delta del Ebro.

Tras un largo descanso por unas necesarias vacaciones, quiero retomar la actividad habitual de este blog, que ciertamente tenía algo abandonada.  Es precisamente, con esta entrada con la que quiero despertar el interés por una singular comarca de la Península Ibérica y su arquitectura,  donde  desde hace ya años, me refugio algunos días huyendo del extremo estío cordobés.

Bajo mi personal punto de vista, encuentro en el Delta del Ebro muchas similitudes y concordancias con las tierras andaluzas de la Vega del Guadalquivir; no solamente desde el enfoque de la arquitectura tradicional y sus chozas o albergues, si no también relacionando otros aspectos etnográficos y sociales, que no vienen al caso.




Nueva barraca en Riet Vell,
de SEO (Sociedad española de Ornitología).



Su carácter fluvial, marcado por el Río Ebro, su clima, y por supuesto los usos y aprovechamientos tradicionales de los que fueron objeto sus acuáticas tierras, hacen que, salvando las distancias, aparezcan tipologías, materiales y técnicas de gran parecido con los albergues que se hacían en ciertas tierras y pueblos de las provincias de Huelva, Sevilla e incluso en la de Córdoba.

Nuevas barracas en Poble Nou.

Las denominadas “barracas” son casi siempre de planta rectangular y de dimensiones variables según la zona y sus usos. Se diferencian al menos tres variantes a lo largo de todo el Levante español: la murciana, la valenciana y la deltaica. Centrándonos en las “barracas deltaicas” de esta zona sur de la provincia de Tarragona, diremos que eran construcciones enteramente vegetales, de plantas rectangulares u ovaladas, con cubierta a dos aguas. Algunos tipos sin paredes rectas y otros con la cubierta calzada sobre postes de madera a modo de zócalo. Eran realizadas principalmente con cañizos enfoscados, madera, paja y otras fibras vegetales. Eran viviendas permanentes en algunos núcleos de población o temporales asociadas a la huerta y a la pesca.





Antiguas imágenes de barracas en San Jaume 
(FLORES, 1973).

Su procedimiento constructivo consiste en la preparación de una estructura de potentes postes de maderas. Indicar la disponibilidad de los extraordinarios pinares existentes en las sierras próximas de ELs Port y Monte Caro y su transporte a través del propio río Ebro. La armadura de madera tras ser tratada y clavada en el suelo, es forrada de cañas cosidas, haciendo un entramado que se enfoscará más tarde con una mezcla de barro y paja. Algunos nombres en catalán que reciben las distintas partes de la armadura son: “puntal de cap forcat”, “carener”, “puntais laterals”, “anguileta”, “costelles” y “carena”. Todo éste proceso y terminología ha sido extraído de un interesante cartel elaborado por Joan Lafont Matamoros. 


Nueva barraca en San Jaume de E´beya.


Finalmente todas las paredes son encaladas repetidamente hasta hacerlas impermeables y duras. La cubierta se cubría principalmente con (Ammphila arenaria), una gramínea local llamada “borró”, que se siega en las zonas húmedas y litorales del parque. El caballete se suele enfoscar y encalar para darle más consistencia, siendo recientemente cubierta toda la superficie de pasto con una extensa red de pesca. Una de las características más peculiares de estas barracas deltaicas, es la disposición de las cabeceras de la cubierta en contra de las lluvias y vientos dominantes. En el frontal donde se abre la puerta, la pared enfoscada se eleva y retranquea con respecto a la cubierta, proporcionando un potente alero que la protege. Por contra, en el extremo opuesto, se suelen abrir algunas ventanas para dar luz a la parte alta de las habitaciones. Este testero a diferencia, se forra con pasto en una caída totalmente vertical. 





Interior y exterior de la tienda en la Casa de Fusta.

Tras el abandono de muchos de estos albergues o su transformación en edificaciones con modernos materiales preelaborados, las barracas del Dela del Ebro desaparecieron de este paisaje único, a la misma velocidad que los modos tradicionales del cultivo del arroz. 


Pequeña barraca en La Tancada, hacia 1995.
Foto de Mónica López.

En la última década, se viene mostrando un interés por recuperar esta idiosincrasia constructiva tan característica de este espacio natural. Ciertos elementos y equipamientos propios del Parque Natural se han realizado siguiendo estas técnicas y tipologías. Así los centros de interpretación, museos y observatorios reproducen las formas arquitectónicas de las barracas. Por otro lado, y en un orden privado algunas empresas http://www.barracadesalvador.com/es/ ofrecen la posibilidad de construir casas y casetas con estos materiales vegetales, adaptándolas ya a otras necesidades de ocio, alojamiento rural o segunda residencia.





Carteles publicitarios.