sábado, 28 de julio de 2012

Sombrajos y enramadas.

Son construcciones afines a las chozas, también de materiales vegetales  pero mucho mas efímeras. Se hacían para el resguardo de animales o personas, especialente para proteger del sol y la lluvia.

Gallinero en el Baldío (Torrecampo).

Resguardo para ovejas en La Selva (Belalcázar).

Algunas formas para resguardo de personas, servían únicamente para las labores agrícolas durante el verano (siega, trilla, vigilancia de cultivos y huertos). Estas enramadas se hacían de una manera muy tosca con cuatro pies derechos de madera en planta cuadrangular sobre la que se entramaban diversos materiales vegetales (cañas, carrizo, ramas de árboles).


Sombrajo en Monturque.
Foto en (ALBAR et al, 1991).

Sombrajo en la Venta del Charco (Cardeña).
Foto en (ALBAR et al, 1991).

domingo, 22 de julio de 2012

Choza de Tete (Belalcázar).

Ref.: BEL-03
Coordenadas huso UTM: 30 S  x.305566 y.4275325 
Término municipal y comarcas: Belalcázar, Los Pedroches (Sierra Morena).  
Ruinas de una choza mixta circular localizada en el paraje “Armijo Labores”, cerca de la vía pecuaria “Vereda de Castuera”. Debió ser albergue de pastores y/o ganaderos, siendo su cronología, al menos anterior a 1937. Aunque ya no presenta la cubierta que debió tener, su estado de conservación es bueno, manteniéndose el zócalo de piedra casi intacto.


Recreación de su estado original.

Características y  técnicas constructivas: Su planta es totalmente circular, y se ubica de forma aislada en la cima de una colina, sobre un afloramiento rocoso. Los paramentos están realizados con rocas locales (cuarcita), trabadas con barro, no teniendo revoques ni revestimiento alguno. No parece tener solera debajo de la capa de tierra actual. La cubierta debió ser cónica de tipo vegetal. El zócalo de mampostería dispone de varias alacenas  embutidas, una de ellas más grande y con dintel de piedra.


Vista trasera de las ruinas.

Otra vista de la choza.

Detalle de los paramentos.

Vista general del asentamiento.

Planimetría: planta exterior: (E-W): 6.20 m.;  (N-S): 6.10 m. diámetro; planta interior: (E-W): 5.10 m.; (N-S): 5.00 m. diámetro; ancho muro: 0.55 m.; alturas: zócalo: 1.20 m.; entrada: (sin dintel): 0.50 m.; orientación de la entrada: SW.


Plano (planta y sección).

Esquema general de las construcciones.

Observaciones: la choza está asociada a una casa tejada con amplia cuadra o “tinao”, posiblemente para vacas, también habitación vivienda, un horno, zahúrdas, corral para ovejas y un aljibe excavado en la roca. Por otro lado, indicar que aparece referida en la cartografía de 1937 y 1949 (IGN), con indicación de “Choza de Tete”.


Fotos y dibujos del autor.

jueves, 19 de julio de 2012

Chozas del Cerro Montosa (Zuheros).

Ref.: ZUH-02
Coordenadas huso UTM: 30 S x.385085 y.4153911  / 30 S x.385097 y.4153905
Término municipal y comarcas: Zuheros, Subbética (Sistema Bético).
Asentamiento compuesto de dos pequeñas chozas mixtas, ya en ruinas, localizadas en el paraje “Cerro de la Montosa” muy próximas a la “Vereda de Marchaniega”. Se asientan en la cima de un cerro en agrupación con otros elementos, como una era circular y rediles de piedra seca. Debieron ser refugios temporales de pastores y agricultores, desconociéndose su antigüedad exacta. En cuanto a su estado de conservación, se mantienen los zócalos de piedra casi enteros.



Recreación del estado original de ambas chozas.


Características y  técnicas constructivas (choza I): La planta tiene forma de herradura. Los paramentos son de piedra seca (caliza) sin revoques apreciables. Tampoco de observa que tuviera solera. La cubierta debió ser de tipo vegetal y forma cónica. Se le añadió montones de piedras en su exterior a modo de “majano”, una tónica general observada en muchas construcciones de la zona.


Detalle de la choza I.

Vista de la choza II y era próxima.

Características y  técnicas constructivas (choza II): La planta es circular no regular. Los paramentos y cubierta siguen la misma técnica que la primera construcción.    


Vista de la era y cercados.

Panorámica general del asentamiento.

Planimetría (choza I): planta exterior: 4.40 x 3.80 m.; planta interior: 2.40 x 1.75-2.10 m.; ancho muro: 0.70 – 0.80 m.; alturas (zócalo): 0.90 -1.00 m.; entrada (sin dintel): 0.47 – 0.60 m.; orientación de la entrada: SE.


Plano "Choza I" (planta y sección). 

Planimetría (choza II): planta exterior: 3.40 m. diámetro; planta interior: 1.90 m. diámetro; ancho muro: 0.80 m.; alturas (muro): 1.00 m.; entrada (sin dintel): 0.60 m. aprox.; orientación de la entrada: N.


Plano "Choza II" (planta y sección).


Esquema general del conjunto.

Observaciones: A escasos metros aparece una era circular empedrada de 12.50 m. de diámetro. Todo el conjunto se ubica en una esquina de un gran corral de tapias de piedra seca, con diversas divisiones. Igualmente aparecen multitud de “majanos” y amontonamientos de piedra. Todo ello hace pensar que este recinto se cultivaba con cereales o garbanzos.

Analizando las fuentes documentales, sólo se ha podido verificar que la “era” ya existía en 1956 (ortofoto del vuelo americano)  y muy probablemente las chozas.


Sería recomendable la protección de estos elementos etnográficos como BIC; así como la rehabilitación y puesta en valor dentro del sendero señalizado del Parque Natural de la “Subbética Cordobesa”, donde se incluye.

Colaboradores: Mónica López.

Fotos y dibujos del autor.

martes, 17 de julio de 2012

Armaduras de cubiertas.

Por armaduras, se definen las estructuras de maderas que sustentan las cubiertas de distintas formas de albergues, desde casas a chozas.  La llamada “carpintería de lo blanco” era la disciplina por la cual se realizaba el cerramiento de los muros, tanto para una casa solariega como una choza.

En el caso de las chozas, estas armaduras solían ser de carácter ligero, pues el recubrimiento exterior, era de tipo vegetal,  aunque también  se incorporaban en algunos casos la teja. Aparecen armaduras, tanto en las chozas enteramente vegetales, como en las mixtas, siendo sus sistemas de apoyo, bien con palos rígidos o varas flexibles. La forma depende del tipo de planta. Para las circulares, en la mayoría de los casos, la solución era una estructura de tipo cónico, más o menos apuntada, que reunía en un vértice una serie de maderas, bien clavadas, atadas o simplemente trabadas, todo ello convenientemente arriostrado con hileras de “latas”, sobre las que se techaba luego con retamas, paja o juncos.



Dos tipos de armaduras en nuevas chozas.


En las de tipo mixto, y especialmente en las de mayor diámetro, el trabajo de carpintería era más elaborado, encontrándose armaduras con sistemas regulares, totalmente planificados. Para su realización sólo se requería de una cuerda, que hacía las funciones de compás y cinta métrica. Con ella podían plantearse sistemas geométricos, exagonal en el caso de las “Chozas de la Pellejera” en Belalcázar. En otros casos, en los que se sobrepasaba en más de 5 m. el diámetro del habitáculo interior, era necesario un puntal o pie derecho central, que reforzara el empuje de la cubierta, como podría ser el caso de la “Choza del Charco de la Rosa”, en el Guijo.





Armadura de las "Chozas de la Pellejera",
en Belalcázar.

   
En las de tipo circular y cubierta de teja, existen dos variantes. La primera y mas frecuente, es la de dos aguas. Todo el sistema se sustenta sobre una viga cumbrera apoyada en dos cuchillas recrecidas sobre el zócalo de mampostería. Sobre los rollizos de madera, podían colocarse cañizos o tablas, antes de tejar exteriormente.



Armadura con cañizo en la "Choza II de Cuernos",
en El Viso.


Armadura con tablas en la "Choza de San José",
en Fuente Obejuna.

De la segunda opción, esto es las apuntadas, sólo se ha encontrado un caso con armadura de madera, pues la mayoría se solucionaban con cúpula semiesférica de ladrillo. Este tipo, podría denominarse de “péndulo”, pues con una baja inclinación se reúnen las maderas en vértice con una pieza así denominada. Este armazón se forraba con “tiguillos”, unos palitos de madroño o coscoja recubiertos de barro, sobre los que se fijaban finalmente las tejas.




Armadura de la "Choza de la Jineta",
en Fuente Obejuna.


En cuanto a las de planta rectangular,  igualmente se documentas dos variantes. Por un lado, las de dos aguas sobre viga cumbrera y cuchillas, llamadas “chozas de hormazo” en algunas zonas; y las de cuatro aguas. Las cubiertas de este último tipo, se alzaban en unos ángulos realmente inclinados. Esta solución viene condicionada para evitar el empuje del peso de la cubierta sobre los muros de carga, y por añadidura para drenar rápidamente el agua de lluvia. Aún así, en algunas construcciones se añadían contrafuertes de ladrillo en puntos de debilitamiento de la mampostería o tapial. El sistema para construirlas, se asemejaba a la clásica armadura mudéjar[1] de “lima bordón”, aunque en una versión mucho más tosca. Las “segueras” cabrios o pares,  se empotraban en el muro directamente, durmiendo sin apoyarse en solera alguna; no existían “horcones”, descansando el peso de toda la estructura sobre el zócalo de obra; los pares confluyen en una débil “cumbrera” a modo de “hilera” y para contrarrestar su abarquillamiento aparece un elemento innovador, el “nudillo” que se  atraviesa en su tercio superior. Otros elementos que conforman el encuentro de los cuatro planos del techo “testeros y guarderas” son las “limas” y las “manguetas o partorales”. En cuanto al forro vegetal, tanto materiales como técnica son las mismas que las empleadas en otras chozas, con la única salvedad de que se dejaba un amplio alero que descansaba sobre el tapial.




Armadura de una de las "Chozas de Godoy",
en Palma del Río.


Por otro lado, encontramos las chozas y chozos enteramente vegetales y de formas circulares u ovaladas. En ellas, y dependiendo de su tamaño, se utilizaban grandes ramas para las estables y varas flexibles para los móviles o desmontables. En todos los casos, se obtenían formas semi-cupuliformes y apuntadas. En el caso de las alargadas y ovaladas, se apoyaban todas las maderas sobre pies derechos en forma de horquilla. Las “piernas” o “segueras”, se talaban con una forma levemente arqueada, para conseguir un volumen interior más cómodo.


Armadura por apoyo, en una choza de Conquista.
Foto en (ALBAR et al, 1991).

Armadura flexible en un chozo "Rosquera" de Villaralto.

Pie derecho en horcón de un chozo
en Fuente Palmera.

Casco de una choza de horcones, en Guadalcázar.



[1] NUERE, Enrique (1985). La carpintería de lo blanco. Lectura dibujada del primer manuscrito de Diego López de Arenas. Ministerio de Cultura. Pags. 90 y 95.


sábado, 14 de julio de 2012

Departamentos de La Carlota.

Los Algarbes. En 1887[1] se citan 98 edificios y albergues, y en 1905[2] encontramos hasta 24 referencias topográficas alusivas a chozas, alguna con nombre propio,  como la “Choza de Pirita”. Ya en la década de los 60, perduraban algunas de estas tapichozas, como las desaparecidas “Chozas de Otero”.

El Arrecife. Referido en 1887[3], también como  Cuesta de Las Piedras”, cuando disponía de 106 construcciones, entre edificios y albergues. En 1902[4], se indican en la cartografía, algunas localizaciones dispersas con referencia a chozas, una de ellas la “Choza de Santos”, donde hoy se encuentran las ruinas del “Cortijo Echevarría”. También se indicaba, la “Choza de Estable” en el “Camino de los Naranjeros”. Mas recientemente, en la década de los 80, aún se mantenían algunas, como la que aparece en una fotografía[5] de esa época.


Casa y choza en El Arrecife.
Foto en (BALSERA y ORTIGOSA, 1990).


La Chica Carlota. En 1852 Pascual Madoz[6] cita: “se compone de 40 casas de tierra y 20 de rama”. Y en 1887[7]  se daban 97 edificios y albergues. En 1902[8], se indican dos referencias topográficas hoy desaparecidas, una como “Choza del Conde” en la vía pecuaria “Colada de La Marinera a La Carlota”, y otra “Choza” próxima al “Arroyo Lantiscoso”.

La Fuencubierta. En 1852 Pascual Madoz[9] refiere aquí 20 casas de teja y 20 de paja, y en 1887[10],  112 edificios y albergues. En 1902[11], encontramos la referencia “Choza de José Moro” próxima a actual edificación denominada “Lucena” en la zona de “Suerte Miles”. Hacia 1980 existió una choza, en las inmediaciones de la fuente abrevadero de Fuencubierta que finalmente desapareció al incendiarse. Estaba hecha de entramados de adelfa  y se usaba como refugio provisional en una huerta según el informador (Antonio Lucena, conv. pers.).

El Garabato. En 1887[12],  se citan 67 edificios y albergues. Hacia la misma época, 1902[13], se registran algunas referencias topográficas: una “Choza” y un “Chozo” donde hoy existen sendas edificaciones modernas denominadas “Romero” y  Hets” en la zona de “Las Lomas”. Igualmente, se especificaba la “Choza del Pelao”, donde actualmente se asienta otra edificación denominada “Wic”, manteniéndose aún el topónimo “Suerte del Pelao”, personaje que llegó a conocer uno de nuestros informadores (Cabrero anónimo, conv. per.). Según la información aportada por varios cabreros locales, en la zona, eran frecuentes chozas para el ganado anexas a las casas repartidas por las distintas “Suertes”; y chozos vegetales circulares hechos de entramados de retama en las partes bajas, para impedir que se las comiera el ganado, siendo de paja en la cubierta mas alta.

Montealto. En 1887[14],  se citan 86 edificios y albergues en este departamento. Mas recientemente, hacia 1994 se referencia[15] la permanencia de un chozo en esta aldea. Desapareció posiblemente en 2002, pese a la intención del Ayuntamiento de La Carlota y otras entidades por conservarlo, intención que finalmente no se materializó en ninguna medida de mantenimiento ni rehabilitación. Esta construcción, suponía el único vestigio vivo de este fenómeno de hábitat, junto a otras tipologías como la “casa de colonos” y que tan características fueron de esta comarca desde su origen (Adolfo Hamer, conv. per.). Existe un único registro fotográfico en el Archivo Municipal de La Carlota, donde la dueña posa ante la choza con un pavo en las manos.


La dueña de la choza.
Cortesía del Archivo Municipal de La Carlota.

La Paz. En 1887[16], se citan 32 edificios y albergues. En 1905[17], aparece algún registro topográfico disperso, un “Chozo”. Según varios informadores (Carmen Otero, Adolfo Hamer y Feli Tarazada conv. pers.), aquí casi todas las viviendas eran tapichozas entre  1928 y 1945, e incluso mucho mas adelante. De hecho, una fotografía[18] de 1966, tomada con motivo de la instalación de la primera línea eléctrica, ilustra esta situación. Por otro lado encontramos, que el centeno era el material mas utilizado para techar (Juan Carmona, conv.
pers.).


La Paz en 1966.
Cortesía del Archivo Municipal de La Carlota.


El Riconcillo. En 1887[19] , se citan 30 edificios y albergues. En 1905[20] se indicaban “Chozas” en un enclave próximo al  “Arroyo del Madroño”.

Las Pinedas. En 1887[21], se citan 80 edificios y albergues. También se citan “Chozas” en “Las Provincias” como referencia topográfica en 1902[22]. La localización corresponde con la actual “Barriaga” anexa a la propia aldea. De las construcciones originales, únicamente se conservan algunas casas de tapial con cubierta de teja torneada. La inmensa mayoría son ya modernos chalets, en uno de estos, se mantiene un antiguo horno de ladrillo. Por otro lado, en el “Monte de Las Pinedas” junto a la vía pecuaria “Colada de la Suerte de Bato” encontramos la  referencia topográfica Choza de Martín”, localización actualmente desaparecida, de la que solo quedan como testimonio un grupo de antiguos olivos y un granado dentro de la dehesa de encinas. La única construcción inventariada, ha sido la “Choza de Ávila” una pequeña construcción rectangular de tapial, con posible cubierta vegetal a dos aguas.

Aldea Quintana. En 1887[23], se citan 51 edificios y albergues, cuando se la denominaba “La Quintana”.


 

[1] CABRONERO Y ROMERO, M. (1891). Los Algarbes, La Carlota (pag.695).
[2] INSTITUTO GEOGRÁFICO Y CATASTRAL (1905). Hoja 965 (Écija).
[3] CABRONERO Y ROMERO, M. (1891). Cuesta de las Piedras, La Carlota (pag.695).
[4] INSTITUTO GEOGRÁFICO Y CATASTRAL (1902). Hoja 943 (Posadas).
[5] BALSERA, Manuel y ORTIGOSA, Manuel (1990). Itinerario geográfico por las nuevas poblaciones carolinas de Córdoba. Itinerarios didácticos.  C.E.P. de Córdoba, Delegación Provincial de Educación y Ciencia. Área de Cultura, Excma. Diputación Provincial de Córdoba. Obra Cultural, Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Córdoba. Cajasur. 179 pp.
[6] SÁNCHEZ ZURRO, Domingo (ed.) (1987). Diccionario Geográfico-estadístico-histórico de Andalucía (Córdoba). Pascual Madoz (1845-1850). Ambito Ediciones S.A., Valladolid, 233 pp.
[7] CABRONERO Y ROMERO, M. (1891). La Chica Carlota, La Carlota (pag.695). Dice: “Aldea…”.
[8] INSTITUTO GEOGRÁFICO Y CATASTRAL (1902). Hoja 943 (Posadas).
[9] SÁNCHEZ ZURRO, D. (1987). Madoz dice: “Aldea …” (pag. 161).
[10] CABRONERO Y ROMERO, M. (1891). Fuencubierta, La Carlota (pag.695). Dice: “Aldea…”.
[11] INSTITUTO GEOGRÁFICO Y CATASTRAL (1902). Hoja 943 (Posadas).
[12] CABRONERO Y ROMERO, M. (1891). El Garabato, La Carlota (pag.696). Dice: “Aldea…”.
[13] INSTITUTO GEOGRÁFICO Y CATASTRAL (1902). Hoja 943 (Posadas).
[14] CABRONERO Y ROMERO, M. (1891). El Monte Alto, La Carlota (pag.696). Dice: “Caserío diseminado…”.
[15] OLMEDO GRANADOS, F. (2006). lo describe como: “ejemplo de la unidad mas básica y primitiva de la arquitectura rural cordobesa, se halla en las afueras de la aldea de Monte Alto, adosado a otra edificación, y mantiene la cubierta de enramada tradicional”.
[16] CABRONERO Y ROMERO, M. (1891). La Paz, La Carlota (pag.696). Dice: “Aldea…”.y  “Los edificios y viviendas de esta aldea, no forman calles”.
[17] INSTITUTO GEOGRÁFICO Y CATASTRAL (1905). Hoja 965 (Écija).
[18] Archivo Municipal de la Carlota.
[19] CABRONERO Y ROMERO, M. (1891). El Rinconcillo, La Carlota (pag.695). Dice: “Aldea…”.
[20] INSTITUTO GEOGRÁFICO Y CATASTRAL (1905). Hoja 965 (Écija).
[21] CABRONERO Y ROMERO, M. (1891). Las Pinedas, La Carlota (pag.696). Dice: “Aldea…”.
[22] INSTITUTO GEOGRÁFICO Y CATASTRAL (1902). Hoja 943 (Posadas).
[23] CABRONERO Y ROMERO, M. (1891). La Quintana, La Carlota (pag.695). Dice: “Aldea…”.