domingo, 25 de octubre de 2015

Albergues y chozas ganaderas en las IV Jornadas de Historia Local de Pedroche.

Con el título de "Albergues y chozas ganaderas del término de Pedroche", presentamos mi compañero de trabajo Ricardo Luque Revuelto y yo, una comunicación en las pasadas IV Jornadas de Historia Local de la localidad cordobesa de Pedroche, realizadas entre el 29 y 30 de junio de 2013. Ahora, se acaban de publicar sus actas, fruto de un cuidadoso trabajo realizado por su organizador y editor Pedro de la Fuente Serrano y la colaboración entre el Ayuntamiento de Pedroche y la Diputación Provincial de Córdoba.

Ciertamente estamos muy satisfechos de haber participado en ellas y haber contribuido de esta manera al conocimiento de una faceta de la cultura popular de esta comarca y municipio pedrocheño, con el objetivo de rescatar de la memoria este tipo de arquitectura ancestral.


Un momento de nuestra exposición.


Los autores: Ricardo Luque y Rafael Pulido.


Con nuestros informadores, los pastores José Tirado y Alfonso Arroyo.


La Ermita de Ntra. Sra. del Castillo, fantástico lugar para el evento.


Exponemos a continuación, algunos detalles extraídos de la introducción del texto original publicado en las actas:

"El principal objetivo de esta ponencia es poner de manifiesto la singularidad de los albergues y chozas ganaderas del término de Pedroche como uno de los elementos más característicos y definidores de unos paisajes agrarios que se vinculan tradicionalmente a la penillanura mariánica. Pero también lo es el tratar de dar a conocer y comunicar dicho patrimonio, puesto que esta es la mejor garantía para salvaguardarlo. Es por ello que su difusión cobra un papel primordial en su conservación, pues la ciudadanía sólo defiende aquello que conoce y aprecia".

Choza I del Saltadero.


"Esta arquitectura, llamémosla de lo útil, se muestra sencilla, humilde, transparente en sus técnicas y materiales -que extraen o producen localmente-; es uniforme en sus modos constructivos; es existencial, obra de artesanos no de arquitectos, puesto que utiliza modelos cercanos y no modelos ilustrados, persigue la satisfacción de una necesidad y tiene la característica del sentido común (Sánchez del Barrio, 1983:160)".

Choza de la Huerta de Mendo.


"Está perfectamente imbricada en los paisajes agrarios en los que se inserta, dotándolos a su vez de significado y riqueza, de una unidad y una particularidad que la hace perceptible, no solo para los que nos acercamos a su estudio, sino a todos aquellos que la contemplan. Así, esta arquitectura: siempre ha mostrado un admirable talento para ubicar sus edificios en el medio natural, y en vez de cambiar la naturaleza, se adaptan al clima y aceptan el desafío de la geografía con los recursos que esta misma les oferta(Fernández Álvarez ,1991: 47). Sus dimensiones contenidas, la dualidad de aprovechamientos y de usos -agrícola y ganadero-, señalan una realidad geográfica que se fundamenta en el acervo común del campesino de Los Pedroches por compartir y explotar un medio frágil, pobre en muchas ocasiones y ante un clima hostil, con los cuales tiene el hombre que establecer un equilibrio que permita de forma sostenible los necesarios aprovechamientos para su sustento".

Choza de las Abubillas.


"Es más, como elementos del paisaje, en ocasiones ya no tienen ni existencia propia, si no es por la atribución de un significado por parte de los que las conocieron o de los que nos acercamos a su estudio. Entonces se convierten en un hecho geográfico e histórico, susceptible de interpretación, portadoras de valores y significado diversos, llenas de vivencias y, desde luego, en algo más que una construcción de piedras en ruinas o una foto desvaída".

Choza del Boquerón.


"Asimismo, se trata de una arquitectura que sintetiza las transformaciones agrarias acaecidas en el seno de esta sociedad rural a lo largo del tiempo, que ha que evolucionado muy lentamente por razones culturales y económicas, pero que tampoco ha resultado inmutable ni intemporal".






Dibujos técnicos de las chozas.

"Pese a todo, estas edificaciones de constructores sin escuela han sido desestimadas por su carácter funcional, carentes de apellidos han sido condenadas al olvido, eclipsadas por los valores de monumentalidad y singularidad valorados tradicionalmente por los eruditos, por la tutela patrimonial y hasta por la escuela".


Idealización de una choza mixta.

"De igual manera que los espacios rurales de la montaña andaluza, los municipios de Los Pedroches han sufrido una autentica sangría que no solo ha sido demográfica, sino lo que es peor, de su paisanaje. La degradación o desaparición del hábitat rural disperso, la aparición en nuestros pueblos de un nuevo caserío -que no ha dudado en recrear modelos estereotipados de una arquitectura homogeneizada, carente de referencias locales o comarcales-, la fragmentación de los espacios rurales y la banalización de los modos de vida campesinos ha terminado por romper a los individuos como sociedad, diluyendo la cultura que se había fraguado sobre la base de un entendimiento ancestral entre unos aprovechamientos sostenibles en un medio caracterizado por la fragilidad de sus componentes ecológicos".


Idealización de una choza vegetal.

"Es más, los cambios en los modos de vida y las innovaciones derivadas del uso de nuevas técnicas han acarreado la estandarización de las tipologías y de los materiales empleados en la vivienda, de manera que cada comarca ha ido perdiendo aquellos componentes que caracterizaban sus propias formas de hábitat, tanto en los espacios mariánicos como en el resto de Andalucía (Luque, 2012a:514)".


"Así pues, vamos a tratar seguidamente de rescatar pequeñas islas de dignidad paisajística, mejor o peor conservadas –incluso desaparecidas-: las chozas y albergues de Pedroche, unas construcciones populares que cuentan con un enorme valor geográfico, histórico y etnológico, y que nos hablan de una manera de vivir, de trabajar, de comerciar y de subsistir de las gentes que nos han precedido tanto en el núcleo urbano como, fundamentalmente, en los espacios rurales del municipio (Ramón, 2001: 7)" .