jueves, 4 de abril de 2013

Los casitos de Sayago.

Quiero mostrar unas notas que ha escrito el geógrafo Ricardo Luque Revuelto, investigador con el acabo empezar un nuevo e ilusionante proyecto, centrado en la Sierra Morena de Cordoba.


De viaje por la comarca de Sayago quedé sorprendido por la cantidad y variedad de construcciones rurales diseminadas que tapizan con sus muros de piedra los huertos, viñedos, pastizales o tierras calmas de este conjunto de 24 municipios y 1484,6 km² situados al suroeste de la provincia de Zamora.
Ahora se encuentran en desuso, como consecuencia del despoblamiento y el abandono de las actividades tradicionales a las que sostenían. Así, no es infrecuente localizarlas entre robles, quejigos, alcornoques, enebros y encinas, ocultas entre matorrales de cantueso, jara, piornos o cubiertas de musgos y líquenes.

El primer modelo de arquitectura popular sería la casa rural, edificio sobrio y humilde construido con roca granítica y vigas de troncos de encina, roble y olmo. Las cubiertas son de teja curva y se colocaban sobre una barda de barro, adobe y ramos de matorral o escoba. Es característico el portal de entrada, cubierto y con dos poyos laterales; contiguo se sitúa el portalón que da acceso al patio-corral, centro de la casa y que distribuye las estancias principales: la vivienda, la cuadra, el pajar y el cobertizo para el carro y los aperos de labranza.


Panel ilustrativo de la Casa del parque Natural de los Arribes del Duero en Fermoselle.

Sin solución de continuidad con los pueblos y aldeas una red de cercas, que delimitan los usos agrícolas y ganaderos, se extienden a los largo de decenas de kilómetros por los términos municipales. Llamadas cortinos cuándo la superficie que cierran es pequeña y cortinas cuando es mayor. Presentan una cuidada elaboración y fueron mantenidas por los vecinos durante generaciones. Asiento también de la biodiversidad de la comarca, dibujan y enmarcan auténticos paisajes culturales que hoy en día se encuentran en peligro de desaparición ante la falta de manos que las reparen y de sensibilidad de los poderes públicos, que bajo pretexto de una concentración parcelaria las derriban sin ningún miramiento.


Chozo en pago de viñas en las proximidades de Pinilla.

Rodeadas por estos particulares cíngulos se encuentran casitos o chozos de pastores, arrimaderos, chiviteros, casales, marraneros, fraguas, potros de herrar, tejares, fuentes, puentes y pontones, molinos, etc.
Los casitos son parte de la cultura ganadera típica de Sayago, aunque se asocian también a la viña y a los cultivos de cereal. Muestran grandes similitudes con las chozas de ganaderos de Sierra Morena, particularmente con las de Los Pedroches, en donde también es abundante la disponibilidad de piedra granítica. De la misma manera eran albergues de pastores en donde era posible refugiarse de noche, junto a los ganados, para que no quedasen a merced de posibles depredadores como el lobo.

El material empleado es el granito y la técnica utilizada la de la piedra seca, sin mortero. Se empleaban cantos pequeños y sin trabajar en los muros. y grandes lajas para la cubierta, las jambas y el dintel de la entrada. En ocasiones se aprovechan las bolas graníticas del terreno como soporte o parte de los muros.



Casito en ruinas, rodeado de chiviteros en Peña Gazón,
cerca de Miranda de Duero.

La planta es generalmente circular, con un dinámetro que oscila entre los dos metros y los tres metros y medio. La altura del casito se corresponde con dicho diámetro, siendo muy similiar al mismo. La cubierta es una falsa cúpula por aproximación de grandes losas de granito que suele cubrirse con una capa de tierra para consolidarla y darle un mayor aislamiento frente a las inclemencias del invierno o el calor del verano. La puerta de acceso es estrecha y se enmarca por planchas de granito o sillares.



Casito rectangular en tierra calma, próximo a Fermoselle.

Algunas, también llamadas cabañas, poseen una pequeña ventana para dar entrada a la luz y salida al humo de la hoguera que se hacía en el interior para preparar el puchero y calentar la estancia.
Estas construcciones hechas por las comunidades de vecinos o por la unidad familiar, según los casos, fueron levantadas sin seguir modelos eruditos, con la única guía del saber popular transmitido a lo largo de los siglos, generación tras generación. Dicho testimonio constituye, no solo un legado histórico que es preciso conservar, sino también una particular herencia de esta comarca, que puede devenir en recurso postproductivo de cara a los nuevos usos del territorio como bien pudieran ser el turismo rural, el cultural o el etnográfico.

Ricardo M. Luque Revuelto
30 de marzo de 2013

3 comentarios:

  1. Hola, me ha encantado, porque forma parte de mis recuerdos...
    ¿qué es, exactamente, una falsa cúpula por aproximación de losas?
    gracias.

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    1. Muchas gracias amiga; para ser mas exactos, sería una cúpula o bóveda en la que las piedras, generalmente irregulares, son dispuestas de forma horizontal, volando un poco hacia adentro del habitáculo en cada una de las hiladas que se van estrechando hasta el remate final. Es una técnica muy arcaica, pero muy segura, utilizada desde la Prehistoria.

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