lunes, 11 de julio de 2022

Chozas guardaviñas de la Oreja de Mula (Doña Mencía).

Posiblemente, sean de esas escasas construcciones relacionadas con el cultivo de la vid, que queden en la provincia de Córdoba. Las llamadas "Guardaviñas" se utilizaban especialmente durante la campaña de recolección y trabajos de laboreo de la tierra. Estas del paraje de la Oreja de Mula, justo en la creta del cerro que divide los términos municipales de Doña Mencía y Baena, pertenecían a la familia apodados los "Quemachozas" que las utilizaron hasta prácticamente los años 80 del siglo XX. Su abandono y ruina vino motivado por el arranque sistemático de este cultivo hasta su total desaparición de la comarca. Curiosamente, también fueron de las primeras chozas rehabilitadas, en este caso por la asociación FAVENCIA, hace ya 17 años. También tenemos la suerte de que el ilustre escritor e investigador  Juan Bernier Luque, tuvo a bien toparse con ellas y fotografiarlas en 1980 camino de sus trabajos de documentación de la fortificaciones ibero-romanas cercanas. 


Foto de Juan Bernier Luque, año 1980

Foto de Juan Bernier Luque, año 1980


ref. DME 01
Coordenadas: 4.347805, 37.557618 / 4.348392, 37.558575
Municipio: Doña MencíaComarca: Subbética.
Paraje y otros topónimos: Oreja de Mula y la Serrezuela.
Acceso: desde el Camino de los Balanchares, recientemente acondicionado como ruta de senderismo. Propietario: privado.
Tipología: rectangular mixta. Tipo de hábitat: aislado.
Usos: agrícola (albergue de viñadores y cuadra).
Cronología: anterior a 1956.
Conservación: ruinas (sin la cubierta). Empiezan a desplomarse los muros.
Características y técnicas constructivas:  asentamiento compuesto por dos construcciones independientes que distan unos 100 metros una de la otra. El "albergue", tiene una planta rectangular irregular con dos habitáculos interiores separados por un machón o contrafuerte central donde se apoyarían las vigas cumbreras de su cubierta a dos aguas. La entrada, orienta al NO, se accede por un angosto pasillo que dispone de una especie de anaquel justo en el umbral de la puerta. Solo debió tener un pequeño hueco de ventilación y luz. Los muros, de gran grosor, están realizados con piedra seca, en algunas zonas tomadas con tierra. Se emplea piedra tosca caliza sin labra a dos caras e interior relleno de guijarros y tierra. En las paredes de su interior se aprecian restos de enfoscado de yesos y pintura de cal. La construcción, se plantea semienterrada en su cara E y exenta en su cara O, con un gran refuerzo de contrafuerte, donde se intuye un pequeño corralito con higuera.









La otra choza, posible "cuadra", también de planta rectangular irregular se encuentra alineada y apoyada sobre un gran paredón que forma parte de un corral cerrado con almendros dentro. En su disposición interior se intuyen lo que pudieron ser dos pesebres separados por machones, y una especie de vestíbulo sin puerta, todo ello ello con unas dimensiones muy ajustadas, por lo que tal vez pudieron estar destinadas a burros de talla pequeña. La cubierta se disponía a una sola agua de colgadizo, con armadura de rollizos de álamo blanco, olmo o fresno, arboles que aún se aprecian en un arroyo cercano al pueblo.






La particularidad de ambas construcciones, es que el forro de la cubierta, estuvo realizado con sistema de "tiguillos", esto es, pequeños palitos alineados transversalmente entre los pares de madera. Sobre ellos se disponía de una capa de tierra prensada y tal vez losas de piedra en cumbrera y aleros. Todo ello, a pesar de la disponibilidad en su entorno cercano de material vegetal óptimo, como retama blanca (Retama phaerocarpa), iniesta (Cytisus baetica), genistas y gayomba, así como la referencia oral de que entre las zonas de viñas y almendros se cultivaban diversos cereales (avena y escaña), y referencias históricas (trigos y centeno), todas ellas con bálagos potenciales para techar.

Planimetría:
Choza albergue: planta exterior: 6.00 x 4.00 m. ; planta interior: (habitación I) 2.50 x 1.80 m. (habitación II) 2.50 x 1.80 m.; altura zócalo: 1.70 - 1.10 m.; ancho muros: 0.50 - 2.50 m.
Choza cuadra: planta exterior: 8.00 x 5.00 m. ; planta interior: (habitación I) 1.70 x 1.50 m. (habitación II) 1.80 x 1.80 m.; altura zócalo: 1.90 - 1.40 m.; ancho muros: 1.00 - 1.50 m.
Otras construcciones: En su entorno cercano, al menos se han documentado otras cuatro chozas mas, dos de ellas totalmente destruidas. También se aprecia una era de trilla empedrada y los restos de un redil cuadrangular para cabras-ovejas, así como numerosos majanos y paredones de piedra seca.
Fuentes orales: El informador Jacinto Tarraga de 74 años de edad, trabajó con mulos arando y sembrando en este entorno durante su juventud, conociendo y aportando información sobre estas chozas y su familia.
Fuentes documentales: Camacho, A. (2005). Reconstrucción de chozas y cabañas de pastores y viñadores. Revista de voluntariado ambiental "En acción", nº 16. Consejería de Medio Ambiente, Junta de Andalucía, pag. 12. 
Observaciones: Se cuenta que en algún momento, la choza se quemó accidentalmente cuando estaba en uso, de ahí el apodo "Quemachozas".
Ambas chozas fueron rehabilitadas por (FAVENCIA), reponiendo sus muros de piedra seca y techos de rollizos y tablas en 2005. Desafortunadamente hoy ya destruidas todas esas actuaciones por vandalismo y falta de mantenimiento.



Equipo de Trabajo: Rafael Pulido Jurado (2022).
Colaboradores: Antonio Camacho Mesa
Planos.








No hay comentarios:

Publicar un comentario