Los primeros datos de estas construcciones en el municipio, datan de mediados del siglo XIX, citando Manuel Cabronero[1] en 1887, 35 albergues tipo chozas en todo su término. Con posterioridad, sobre todo en la segunda mitad del siglo XX tenemos referencias y testimonios de multitud de asentamientos, dentro y fuera de su núcleo urbano. Algunas calles de esta población, estuvieron pobladas de casas con techumbres de paja, como refiere Pascual Madoz[2] entre 1845-1850. Ya a mediados del siglo XX destacan el “Barrio Molino de Viento” y la llamada “Calle de las Chozas”, actual C/ Eduardo Cadenas. Aunque hoy ya no queda ninguna con cubierta vegetal, si se mantienen algunas casas tejadas posteriormente y con sus muros del tapial original.
Vista actual de la Calle Eduardo Cadenas. |
Fuera de la población, existieron multitud de chozas repartidas por las distintas fincas y parcelas. En las “Majadas Viejas”, finca próxima al pueblo, existió un importante diseminado de chozas en la vega del “Arroyo de la Marota”. El asentamiento existía ya hacia la década de los 50 del siglo XX[3], y desapareció con el cambio de arrendamiento y aprovechamiento de esta finca. Existen indicios de diversas construcciones en 1956[4] que han sido contrastadas con las referencias orales de las informadoras: Inocencia Macias y Carmen Otero. Así, existieron las “Chozas” de Antonio Magaña, Francisco González “Veneno”, Toscano, Francisco Herzog López, entre otras muchas.
Las mismas circunstancias se dieron en “La Dehesilla”, finca ganadera que albergaba hasta la década de los 70 del siglo XX, un buen número de casas y chozas diseminadas. Existieron multitud de asentamientos repartidos por las diferentes parcelas, con construcciones hoy ya desaparecidas o ruinosas. Normalmente, albergaban núcleos familiares en una construcción principal, bien tejada o de cubierta vegetal, y anexas a ésta, otras como resguardo del ganado, graneros, pajares, etc. Correspondían con las tipologías de “tapichozas” y “chozos de horcones”. Algunos informadores y la documentación consultada, aportan los nombres de estas “Chozas”: como las de Juan Sillero Chamizo, Aguayo Sillero, Antonio Sillero, Fernando Ávila, Rafael Chamizo, Manuel Sillero, Domeneq, Bartolo Luna, José Luna López, Juan “Quetepan”, Juan Conde, Carmen Delgado, Francisco Herzog López, David “de Almería”, José “El Lacio”, entre otras mas.
En otras áreas más alejadas del término, se documentan en 1902[5] otras referencias, como la de “Las Chozuelas” y diversas “Chozas” como precedentes de los actuales cortijos de “Buenos Aires” y de “Fuentes”.
Por otro lado, dentro de las fincas de “El Coto, El Gamo y Los Barrancos”, hoy dedicadas a olivar intensivo, existió con anterioridad a su transformación, extensos encinares, montes y olivares viejos. Dentro de ellas, en el paraje conocido como “Zahúrdas”, Carmen Otero aporta referencias orales de la existencia hacia 1940, de al menos un chozo circular mixto, como refugio temporal de ganaderos y pastores.
[1] CABRONERO Y ROMERO, M. (1891). Resumen por ayuntamientos de todos los edificios y albergues. Guadalcázar (pag. 83).
[2] SÁNCHEZ ZURRO, D. (1987). Madoz dice: “tiene 53 casas de teja y 55 de choza” (pag. 167).
[3] INSTITUTO NACIONAL DE COLONIZACIÓN (1946). Croquis de las fincas “Majadas Viejas” y “Dehesillas”, término de Guadalcázar (Córdoba).
[4] CONSEJERÍA DE MEDIO AMBIENTE, JUNTA DE ANDALUCÍA (2008). Ortofoto de Andalucía, vuelo americano de 1956.
[5] INSTITUTO GEOGRÁFICO Y CATASTRAL (1902). Hoja 943 (Posadas).
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