Los datos concretos mas antiguos de este municipio, proceden de finales del siglo XIX, donde en 1887 Manuel Cabronero[1] cita, hasta 99 albergues “ó sea barracas, cuevas, chozas, etc.”, repartidos por todo su término; cuantificación constatada igualmente, en la cartografía histórica de 1891[2] y 1938[3]. Entre las entidades de población, aparecen muchas localizaciones y sus usos relacionados. Algunos de estos sitios, pertenecieron a mediados del siglo XVIII, al Condado de Santa Eufemia[4], y posteriormente estuvieron incluidos en el término municipal de Dos Torres. Cabe diferenciar los siguientes asentamientos, según las circunstancias históricas especificas:
Sitios originalmente preexistentes en el siglo XVIII, e indicados a finales del XIX: “Majada La Moza”, como “albergues de trabajadores y ganaderos”; “El Risquillo”, como “albergues de trabajadores y pastores”; “Vioque”, como “albergues de pastores”, apareciendo en la cartografía diversas casillas, chozos, zahúrdas y colmenas; “Culebrilla”, como “albergues de ganaderos”; “Cañada Llana”, también llamado “Prado de Cañadallana” con indicación de “chozos”; y “Valdefuentes”, sitio en el que a partir de 1953, se indican “chozos” junto a la “Ermita Nuestra Señora de Atocha” o “de Las Cruces”.
Sitios que sólo aparecen a finales del XIX: “Las Lomas”, como “albergues de trabajadores y pastores”, llamado ya en el XX, “Chozas de Las Lomas”; “Piscuezo”, como “casa de labor y albergue de pastores”; “Tagarrillar”, como “albergues de pastores” y “chozas”; “Los Arenales”, como “casa de olivar y albergues de trabajadores”; “La Atalayuela”, como “casa de labor y albergues de ganaderos”; “Las Cabezas” como “albergues de ganaderos”; “Donadío”, como “casa de labor y albergues de ganaderos”; “Albergues de la Nava”, “Fuente del Hoyo”, y por último las “Minas de Santa Eufemia”, de plomo argentífero, de las cuales se refiere, que en torno a ellas, se asentaba un caserío compuesto de 68 edificios y albergues, entre otras construcciones como una cantina y talleres. Igualmente, en la cartografía de la época aparecen como “Casas y Chozas de las Minas”.
Ruinas del antiguo poblado minero. |
Resulta curiosa la diferenciación aquí del término “pastores” frente a “ganaderos”, circunstancia no definida para otros municipios del entorno. Son especiales aquí, las circunstancias que han propiciado este tipo de arquitectura y su perdurabilidad; la fronteriza ubicación de su territorio, y su amplia extensión de montes comunales. Igualmente, de época mas reciente encontramos algún registro fotográfico, referencias en la cartografía y una serie de ruinas repartidas por distintos parajes: “Cortijo La Molina, Cortijo Los Pauleques, Cerro de los Centenillos, El Campillo, Fuente del Almendro, Majada de Olivar, Cerro Pescuezo, Molino del Tejado, Casa de la Tía Victoria y Miramontes”.
Chozo vegetal en el "Pescuezo", entre 1952 y 1960. Foto en (ALBAR et al, 1991). |
En las chozas que aún se conservan, esto es, mixtas de piedra y cubierta vegetal, se puede apreciar aunque sea en sus ruinas, que predominaban las circulares y ovaladas, algunas de ellas de grandes dimensiones. Destacar, el caso peculiar del poblado “Cerro Perolo” y otros muchos asentamientos dispersos aún por estudiar.
[1] CABRONERO Y ROMERO, M. (1891). Resumen por ayuntamientos de todos los edificios y albergues. Santa Eufemia (pag. 84).
[2] INSTITUTO GEOGRÁFICO Y CATASTRAL (1891). Hoja 833 (Hinojosa del Duque).
[3] INSTITUTO GEOGRÁFICO Y CATASTRAL (1938). Hoja 834 (San Benito).
[4] VALVERDE FERNÁNDEZ, F. (1983). (pag. 232). A.P.G. Catastro de Ensenada, libro 582, 8r.-9v.
Un trabajo magnifico.
ResponderEliminarUn saludo.
Igualmente, Vértice. Me marece super interesante la recopilación fotográfica que realizas del patrimonio histórico y etnológico de la provincia de Córdoba. A ver, si coincidimos por algún sitio y nos conocemos. Saludos.
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