El informador Juán
Rodríguez Delgado, antiguo pastor de La Dehesilla, nos relata: “nací en 1942 en una de las chozas que mis
abuelos hicieron en el Ochavillo, en una
parcela del municipio de La
Rambla pero que está entre los de Guadalcázar y La Carlota ”.
Allí
llegaron sus abuelos Rafael Rodríguez y Carmen Herruzo hacia 1917, viviendo los
primeros años en chozos completamente vegetales. En años posteriores, junto al
cerro Baldío, se hicieron otras
chozas de tapial. En 1959 se construyó una casa ya tejada, que coexistió con
las “tapichozas” hasta 1980. Hoy en
día, este Cortijo del Ochavillo y sus
chozas ya han desaparecido.
Los primeros chozos, eran ovalados con pies derechos de horcón y
cubierta hasta el suelo, totalmente vegetales. Y las que las sucedieron con
“tapichozas” a cuatro aguas, con distintas dependencias y diferentes
edificaciones. Había una choza alargada como cocina, con dormitorio en un
extremo separados por tabiques y/o cortinas. Otras chozas eran para los cerdos,
las ovejas y las cabras. Las vacas y mulos se cobijaban en otra contigua,
anexionada a la cocina llamada “tinaón”.
También
aporta explicaciones realmente aclaradoras, en cuanto al procedimiento
constructivo y los materiales utilizados: “lo
primero, los tapiales de entre 80 y 100 cms. de anchura, de tierra apisonada y
cantos rodados, hechos con moldes de tablas y agujas, posteriormente se
encalaban”.
La estructura de las cubiertas, se hacían con pitones para
formar las “cruces” a modo de pares,
unidos en su vértice con puntas hechas de olivo o acebuche y ataduras de
cuerda. Para que no se combaran, en su tercio superior, se atravesaba un “barconcillo” haciendo la función de un
nudillo. En algunas ocasiones se aseguraba el empuje lateral de la armadura
sobre los muros con una “tiranta” de
palo o pitón, y el longitudinal con el sistema de “lima bordón”, que conformaba finalmente una cubierta de cuatro
aguas alargada. Horizontalmente se ataban hileras de cañas a modo de
“alfajías”. Para darle consistencia al alero, se hacía una “bardilla” de “corcoja”, la coscoja (Quercus
coccifera), o varetas de olivo. Se techaba con rastrojo “ripiao” de trigo duro o “recio” de pajas de 60-80 cms. de altura.
También con retama (Retama sphaerocarpa).
Las “pañetas o pareas” de paja se
ataban de abajo a arriba sobre las hileras de cañas. Se grapaban con horquillas
de hinojo. El “cumbrero” se remataba
con estiércol apelmazado sobre la paja.