"Si el chozo tiene dueño, no cala dentro".
Así se explica Emilio, que ha pasado mas de la mitad de su vida haciendo chozos vegetales mudables, pero sobre todo, cobijándose y viviendo en ellos. En este caso, este anciano pastor ha recreado tres tipologías para el singular ganadero Miguel Cabello Cardeñosa https://www.facebook.com/miguel.cabellocardenosa, que los utiliza para ilustrar esta ancestral forma de vida, en las distintas ferias y exposiciones en las que muestra su ganadería de razas autóctonas (oveja merina negra, cabra verata, asno andaluz, etc.).
En esta ocasión se han expuesto en la localidad de Siruela (Badajoz). en plena comarca de La Siberia, donde entre los pasados días 5 y 7 de junio, se ha desarrollado su VI Feria Agroganadera http://feagas.com/index.php/es/component/content/article/25578-siruela1#.VX03Q_ntmkq.
Cave destacar la similitud que hemos encontrado de estas tres tipologías con las formas de chozos portátiles que se hacían en la cercana Sierra Morena, especialmente en las comarcas cordobesas de Los Pedroches y Alto Guadiato http://chozasdecordobaandalucia.blogspot.com.es/2011/12/chozos-portatiles.html. La técnica y los materiales son muy similares a los que venimos documentando en Córdoba, esto es: paja larga de centeno que es cosida con torzales a un entramado flexible de varas de encina, retama u olmo. Su formas y funcionalidades vienen determinadas por el carácter nómada que tenía este oficio. La familia de pastores tenía que mudarse periódicamente de un lugar a otro para aprovechar los pastos y las rastrojeras, y sobre todo vigilar muy de cerca a los rebaños, frente a los robos o los ataques del lobo.
Estas son las características y usos de las tres tipologías aquí recreadas:
El "Chozo de culatas": es una construcción en planta ovalada y de un tamaño mediano, donde dormía y hacía vida la familia en un escaso espacio interior; tenía dos candelechos semicirculares, uno a cada lado. Su característica principal, es la posibilidad de desmontaje (en cuatro piezas) que tenía. Dos culatas en forma de cascos, una mampara para unirlos y formar el techo y una hoja de portón.
El "Chozuelo": es un diminuto habitáculo también ovalado, solo utilizado para dormir, donde el lecho está suspendido sobre un entramado que lo aísla del suelo. Por su exterior sobresalen dos varas para asirlo entre dos personas a modo de parihuela, facilitando así su transporte sin desmontarlo. Servía para dormir pegado a la majada, que se hacía de redes, y vigilar muy de cerca el ganado durante la noche. Podían entrar hasta dos personas, generalmente niños o jóvenes.
El "Chozo gallinero": se hacía en planta circular y con dos pisos interiores, uno para poner los huevos y otro para que las aves duerman.