sábado, 30 de junio de 2012

Choza de Avila (La Carlota).

Ref.: CAR-38.
Coordenadas huso UTM: 30 S x.330528 y.4175318 
Término municipal y comarcas: La Carlota, Las Colonias (Depresión del Guadalquivir).
Las ruinas de esta choza mixta rectangular se encuentran dentro del llamado “Monte de Las Pinedas”, muy próxima a la “Colada de la Suerte de Bato”. Debió ser construida para usos agro-ganaderos, probablemente como vivienda de colonos, desconociéndose su cronología.


Recreación de su estado original.

Características y  técnicas constructivas. De planta rectangular y sin habitaciones, se asienta en un terreno llano dentro de una dehesa de encinas. Igualmente, se plantea como un hábitat disperso en torno a una aldea, en este caso “Las Pinedas”. Los paramentos están hechos a base de tapial  (grava y tierras rojas). Debió tener un enlucido y encalado, tanto interior como exterior, que ya ha desaparecido. No se aprecia la solera a simple vista. La cubierta debió ser de tipo vegetal, con armadura de madera o pitones, dispuesta sobre una viga cumbrera sustentada sobre las cuchillas.


Vista exterior trasera.

Vista exterior delantera.

Vista general de las ruinas.

Aspecto de los muros desde el interior.

Planimetría: planta exterior.: 6.50 x 4.00 m.; planta interior.: 5.50 x 3.00 m.; alturas (exterior): 2.00 – 2.50 m.; (alero): 1.50 m.; ancho muro: 0.50 m.; entrada (sin dintel): 0.90 m.; orientación de la entrada: NW; orientación de la crujía: SW-NE.



Plano 1 (planta y sección A-A´).

Plano 2 (sección B-B´).


Observaciones: esta construcción se encuentra muy próxima a la desaparecida “Choza de Martín” de finales del XIX, así como a una casa tejada también antigua con cobertizos actualmente para pavos y cabras.

En cuanto a su conservación, se mantiene el tapial con zonas derruidas, habiendo crecido un eucalipto dentro de la crujía.

Fotos y dibujos del autor.


miércoles, 27 de junio de 2012

Choza VIII del Cerro Perolo (Santa Eufemia).

Ref.: SAU-27.
Coordenadas huso UTM: 30 S x.336978 y.4276274
Término municipal y comarcas: Santa Eufemia, Los Pedroches (Sierra Morena).
Las ruinas de esta choza mixta de planta irregular, como ya se comentó en una anterior entrada, forman parte de un asentamiento diseminado, de gran interés etnográfico y ya totalmente abandonado. Este conjunto de chozas (al menos 10), casillas, zahurdas y corrales, se encuentran en el paraje del “Cerro Perolo”, cerca del “Campillo” y el antiguo camino de “La Cabañuela”. Todo este poblado debió tener un uso eminentemente ganadero, con alternancia de otros aprovechamientos agrícolas y de productos del monte. 

Particularmente y observando su distribución, esta pudo haber sido una quesera y un establo. Su estado de conservación es ruinoso, manteniéndose los zócalos y un gran muro de piedra formando una cuchilla. Se encuentra asociada a un conjunto de construcciones: casa tejada con establo, pajar y habitación sin chimenea, otras dos chozas curvas, dos corrales, choza paridera y zahurda; todo ello formando parte del núcleo B del poblado.


Recreación de su estado original.

Características y  técnicas constructivas. Su planta podría considerarse como curva irregular (entre ovalada y rectangular). Su asentamiento se realiza en una suave ladera escalonada sobre la roca natural, teniendo una curiosa disposición con dos habitáculos diferenciados, pero anexionados. El más pequeño, posible “quesera”, tiene una entrada bastante ancha para el espacio interior disponible, así como un poyete corrido a muy baja altura. Por otro lado, el mas grande, posible “establo”, pudo tener una cubierta vegetal a dos aguas, resuelta mediante una viga cumbrera apoyada en una sola cuchilla y reforzada con un pie derecho central, por lo que el conjunto tendría tres vertientes hacia el exterior. También dispone de un poyete integrado en el muro con la finalidad de pesebre y un pasillo de entrada con un rebate de piedra en el suelo. Los paramentos son a base de piedra tosca (cuarcita) tomada con barro, sin revoques apreciables, y con la propia roca madre como solera.


Vista exterior del conjunto.

Vista desde el interior del establo.

Detalle del muro y cuchilla del establo.

Panorámica del núcleo B del poblado.


Planimetría: Habitáculo “quesera”: planta exterior: 3.30 x 3.00 m. planta interior: 2.35 x 1.70 m. ancho muro: 0.50 m.  alturas: variables; entrada: (sin dintel): 1.00 m. otros elementos: ancho del poyete: 0.50 m. orientación de la entrada: E.


Plano (planta y sección).

Esquema general del núcleo B del poblado.

Observaciones: En las fuentes documentales consultadas, no se refleja claramente la relación de este poblado con las referencias topográficas de 1891 y 1934 (IGN). En 1956 (ortofoto del vuelo americano) aparecen todos los elementos de su entorno, aunque se desconoce si estaban habitadas.

Colaboradores: Fernando Díaz y Paco Buenestado.

Fotos y dibujos del autor.

domingo, 24 de junio de 2012

La adelfa.

Especie
Nerium oleander L.
Familia
Apocynaceae
Nombres vernáculos
Adelfa, aderfa, aloendro, balandre, loendro, mataburros, nerio y oleandro.
Fotos/dibujos





Descripción
Arbusto de ramas muy flexibles y hojas perennes. Estas son opuestas o en verticilos de 3, con peciolos muy cortos. Igualmente, con formas simples, enteras, elipticas y agudas, así como una textura coriacea. Flores de color rosa, agrupadas en un ramillete.
Distribución  en Córdoba
Toda la provincia.
Abundancia
Muy  frecuente en casi toda la Península Ibérica, Región Mediterránea y Macaronesia.
Hábitat
Bordes de arroyos, ríos y cursos de agua intermitentes y estacionales de zonas cálidas.
Tamaño máximo
Alcanza hasta los 4 metros de altura.
Aplicación y época de recogida
Se utilizaban su ramas para entramados flexibles en la construcción de chozos y sombrajos (se cortan todo el año). Igualmente se realizaban con sus tallos, una especie de horquillas o grapas para sujetar la paja en el techado de chozas y muy especialmente en el forro de los almiares.
Observaciones.
Planta con un alto componente de toxicidad. Únicamente, se ha documentado su uso en las aplicaciones anteriormente descritas, en los municipios de Guadalcázar y La Carlota, dentro de las comarcas de la Vega y Las Colonias, donde abundaba esta planta en muchos de sus arroyos.


jueves, 21 de junio de 2012

Choza II de Las Torcas (Torrecampo).

Ref.: TOR-08
Coordenadas huso UTM: 30S x.358475 y.4261031 
Término municipal y comarcas: Torrecampo, Los Pedroches (Sierra Morena).
Choza circular de cúpula semiesférica, asentada en el paraje de “Las Torcas junto al “Camino de Barranco Hondo”, que se dirige al “Molino de la Jurada”. Fue hasta hace poco tiempo un albergue de pastores, apreciándose que su aspecto actual fue fruto de una adaptación realizada hacia 1970, sobre otra construcción mucho más antigua. Su conservación es aceptable, aunque está algo deteriorada, apareciendo ya grietas en la cúpula.



Recreación de su  reciente remodelación. 

Recreación posible de su estado original.


Características y  técnicas constructivas: El asentamiento, con una planta circular regular, se realiza en una ladera nivelada y semienterrada sobre el terreno. Se encuentra aislada en una zona de dehesa y monte bajo. Los paramentos son a base de piedra tosca (cuarcita y pizarra) y algunos ladrillos macizos tomados con barro. En cuanto a los revoques, aparece un semienlucido original con mortero de cal, encalado posteriormente. La solera está revestida con ladrillo macizo trabado de cara. En cuanto a la cubierta actual, se plantea una cúpula semiesférica pero algo rebajada, realizada con ladrillo hueco moderno puesto de cara y tomado con yeso. Exteriormente está enlucida con cemento. Esta, arranca hacia la mitad del grueso del muro, creando un poyete corrido al interior. Al exterior se protege la mitad S con un alero de teja árabe, y la mitad N con uno de ladrillo hueco enlucido con cemento. Entre otros elementos, tiene una chimenea con tiro exterior, una alacena, un ventanillo y dos codos de Uralita para ventilación en su parte alta. La entrada, bastante abocinada hacia fuera, presenta un alero o visera, así como una puerta de madera con ventanillo y cerradura de llave, ya arrancada. Como ya se ha comentado, originalmente debió ser una choza mixta de cubierta cónica, que se reformó hace unos 40 años, construyéndose entonces la cúpula moderna.



Aspecto actual de la choza.
Cortesía de Paco Buenestado.


Planimetría: planta exterior: 5.50 m. diámetro; planta interior: 4.45 m. diámetro; ancho muro: 0.45 m.; alturas: interior: 2.85 m. zócalo interior: 1.00 m. zócalo exterior: 1.22 – 0.70 m., entrada: exterior: 1.30 x 1.75 m. interior 0.72 x 1.50 m.; otros elementos: marco chimenea: 1.00 x 0.60 m. alacena: 1.30 x 0.60 x 0.40 m. ventanillo: 0.25 x 0.20 m.; orientación de la entrada: S.



Plano (planta y sección).

Plano (vista de la cubierta).

Observaciones: Se aprecian en su entorno diversas zahurdillas de piedra seca y planta rectangular. Entre las fuentes orales, encontramos que un  informador anónimo de una finca próxima, asegura que fue su primo realizó la obra de la cúpula hace unos 40 años.

Curiosidades: como anécdota, el informador cita una broma que le gastaron al pastor que vivía en ella. En alguna ocasión, y en ausencia de este, unos amigos metieron por el ventanillo algunos pavos dentro, que permanecieron varios días ensuciando toda la estancia.

Colaboradores: Francisco Buenestado Malfeito, Antonio Leiva Blanco y Mónica López Martínez.

Dibujos del autor.

domingo, 17 de junio de 2012

La planta y su forma (II).

Centrémonos ahora en la llamada “casa circular”; forma utilizada desde tiempos inmemoriales, cuando en la Prehistoria  los primeros humanos empiezan a tener la necesidad de resguardo, tras abandonar las cuevas. Tanto en los refugios vegetales, como en las chozas estables con alternancia de piedra/tierra con cubiertas vegetales, la forma curva, optimiza su mínimo esfuerzo constructivo con una gran solidez.




Exterior e interior de una choza de pastores en Conquista.
(ALBAR, et al, 1991).

Atendiendo a los materiales, para los pequeños refugios temporales enteramente vegetales, los entramados flexibles de varas de árboles, permitían una rápida y aceptable solución curva, creando un albergue desmontable e incluso transportable; y los de estructuras rígidas de troncos, un gran volumen diáfano multifuncional. Sus usos, estaban principalmente ligados a actividades nómadas o temporales (pastoreo, carboneo, etc.).

Centrándonos en la geografía provincial, son múltiples las variantes documentadas. Así, entre las circulares, encontramos las totalmente “regulares”, trazadas con una cuerda que gira desde un punto central en el suelo; y las “irregulares”, planeadas a “sentimiento”, sin ningún tipo de esquema previo. Aparecen por otro lado, otras basadas también en fundamentos geométricos, como la elipse y el óvalo.



Ejemplos de circulares "regulares".
Belalcázar y Santa Eufemia.


Estas últimas, se dibujaban sobre el suelo, con dos focos y radios iguales o en algunos casos diferenciados, uniendo los dos ábsides con tramos rectos. También era frecuente la alternativa elíptica, que igualmente se dibujaba con el movimiento de una punta que bascula sobre una cuerda sujeta sobre los dos focos.

Ejemplos de ovaladas y elípticas.
Santa Eufemia y Torrecampo.

Las distintas opciones, vienen condicionadas por la especialización de sus constructores. Las circulares “regulares”, bien minerales cupuliformes o mixtas cónicas, eran encargadas por los propietarios de las fincas, a albañiles y canteros, siendo sus proporciones y ejecución bastante exactas. Por el contrario, es de suponer, que otras formas irregulares eran fruto de una autoconstrucción de sus moradores.



Ejemplos de curvas "irregulares".
Espejo, Zuheros y Fuente Obejuna.

Como buena arquitectura vernácula que se precie, es de reseñar la enorme variabilidad de formas, siendo algunas de ellas el resultado de la necesidad de espacios funcionales. Por esta razón, es muy frecuente que sobre una estructura original se fueran ampliando habitáculos en forma de lóbulos, para atender por ejemplo, la ampliación de una familia, el cobijo de animales, almacenes, etc.

Dibujos del autor.

viernes, 15 de junio de 2012

La planta y su forma (I).

Al intentar teorizar sobre una cuestión aparentemente simple, como la forma de construir la planta de chozas y albergues, encontramos muy diferentes planteamientos para justificar las dos antagónicas opciones de sus tipos. En la opción curva, se encuadrarían plantas circulares y ovaladas, en multitud de variantes y diámetros, teniendo todas en común, la ausencia de esquinas y ángulos. Por el contrario, la opción cuadrangular, tiene más homogeneidad, pues generalmente se construían en formato rectangular, más o menos alargadas, siendo muy raras las totalmente cuadradas.


Recreación virtual de cabañas prehistóricas.
(UXIO NOCEDA, 2007).

Analizando el porque de una y otras, se vislumbran razones de tipo técnico, funcional, térmico, e incluso sicológico. Dejando a un lado, las meramente culturales, que también son a tener en cuenta, se pueden aportar múltiples interpretaciones.

En las que se incorporan mamposterías, la disponibilidad de piedras sin labrar, con el suficiente tamaño y longitud, podrían permitir ejecutar habitáculos cuadrangulares con esquinas y la compartimentación de espacios. Las llamadas “agujas”, servían para trabar de forma segura los ángulos necesarios para levantar los muros de carga, elevando así la potencia de su alzada. Por el contrario, y en ausencia de estas, y con una disponibilidad de rocas de menor calibre, la solución más estable es la planta circular.


Esquina con "agujas".

Otro aspecto que las diferencia, comparando únicamente las de tipo mixto (mampostería y cubierta vegetal), es el ahorro de material pétreo de una curva frente a la cuadrangular, compensando el volumen interior de las primeras con una gran superficie de cubierta.

En cuanto a la funcionalidad, la teoría dice que las circulares estaban vinculadas a usos pastoriles y las cuadrangulares a otras diversas actividades. Analizando los datos obtenidos en Córdoba, no se puede afirmar rotundamente esta diferenciación, pues existen muchas excepciones y particularidades difíciles de entender.

jueves, 14 de junio de 2012

Choza del Terrero (Fuente Obejuna).

Ref.: FOB-14
Coordenadas huso UTM: 30 S x.276383 y.4250043 
Término municipal y comarcas: Fuente Obejuna, Alto Guadiato (Sierra Morena).
Ruinas de una choza rectangular mixta, ubicada entre los parajes deEl Terrero” y “El Ducado”, muy próxima al “Arroyo del Cinglar”, “Arroyo de la Moneda” y “Río Zújar”. En cuanto a su uso, debió ser albergue de porqueros y pastores. Su cronología es anterior a 1949, siendo su antigüedad exacta desconocida. En cuanto a su conservación, los muros están parcialmente desplomados.


Recreación de su estado original.

Características y  técnicas constructivas: Su planta rectangular se asienta en la cima de una suave colina de manera aislada. La disposición de la construcción se platea mediante una crujía principal que tiene un patio delantero y dos habitáculos o corrales laterales. Los paramentos están hechos a base de piedra tosca (cuarcita) tomada con barro, entre la que se integran gran cantidad de fragmentos de tejas árabes y romanas “tégulas”. No se aprecia que tuviera revoques ni solera alguna. La cubierta, debió ser a dos aguas sobre una viga cumbrera apoyada en las cuchillas y realizada con materiales vegetales.


La choza ante la Sierra del Ducado.

Ruinas de la choza.

Ruinas de la zahurda.

Corral rectangular junto al Río Zújar.


Planimetría: planta exterior: habitáculo I: 8.40 x 4.05 m. (general: 15.50 x 7.80 m); planta interior: 7.15 x 2.85 m.; ancho muro: 0.65 m.; alturas: 1.55 – 1.70 m.; entrada: destruida, otros elementos: habitáculo II: planta interior: 7.15 x 3.10 m.; orientación de la entrada: E; orientación de la crujía: N-S.


Plano (planta y sección).


Esquema general del conjunto.

Observaciones: Aparece asociada a una gran zahurda próxima, con 14 parideras circulares de falsas cúpulas de piedra. En las proximidades se localizan dos corrales de piedra para resguardo de ovejas o cabras, uno rectangular y otro ovalado. Igualmente, se aprecian una serie de indicios de un asentamiento mucho más antiguo, probablemente romano.

Consultando las fuentes documentales, encontramos una referencia cartográfica en 1949 (IGN), con indicación de “Choza y Zahurda”, que pudiera corresponder con esta catalogada.

Colaboradores: Vicente Rodríguez Estévez.

Fotos y dibujos del autor.