jueves, 21 de noviembre de 2013

Villaviciosa de Córdoba, con buen ejemplo.

A menudo las administraciones con competencias en materia de conservación del patrimonio arquitectónico, etnográfico y medioambiental, no solamente no cumplen los objetivos para las que son concebidas, ni alcanzan las expectativas que ciertos sectores de la sociedad demandan; si no que además, provocan situaciones contradictorias, llegando a actuar de manera poco consecuente, e incluso a veces destructiva con nuestro patrimonio.

Por el contrario, en esta materia de la arquitectura vernácula, cada vez estoy viendo muy satisfactoriamente, ciertos ejemplos en los que propietarios de pequeñas y grandes fincas, realizan actuaciones que son todo un ejemplo para nuestros gestores y políticos.

En una pasada salida de campo con el compañero Ricardo Luque, por el municipio de Villaviciosa de Córdoba, con el objetivo de inventariar las abundantes chozas referenciadas históricamente en estos montes serranos, pudimos comprobar algunos esperanzadores ejemplos de lo anteriormente expuesto.

Hace ya unos siete años, José García, rehabilitó una antigua choza circular mixta que existía en un terreno de su propiedad. Hasta hace unos meses, no he tenido conocimiento de esta magnífica actuación. La rehabilitación consistió en asentar el zócalo de piedra y reconstruir la desaparecida cubierta, realizada por Francisco “Callaito” un antiguo conocedor de esta técnica de techar con juncos; que igualmente construyó otra muy similar en el Camping de Puente Nuevo.

Choza recuperada en el Cerro de los Aviones. 

 
Interior de la choza del Camping de Puente Nuevo.


Además, el fotógrafo José Ángel Expósito ha construido un pequeño chozo para la observación de aves en el mismo paraje, donde se conservan también una era y un colmenar.  


Chozo de juncos y su constructor.

Pero la jornada siguió siendo muy productiva, otro propietario de la zona, se había puesto en contacto previamente a través de este blog, porque quería enseñarnos un buen puñado de ruinas de chozas en otro paraje de este municipio. Esta persona, sensibilizada con el valor etnográfico e histórico que supone tener este tipo de construcciones,  nos mostró amablemente cada una de sus localizaciones, aportando numerosos detalles sobre los rancheros que pudieron vivir allí durante gran parte del siglo XX.




lunes, 4 de noviembre de 2013

Chozas y chabolas.


Al hablar sobre las chozas o albergues realizados para el resguardo básico de personas, siempre e incluido aquí, toda una serie de construcciones primarias realizadas con los materiales naturales más inmediatos, en estado puro o con alguna elaboración; siempre de acuerdo a unas técnicas y tipologías más o menos definidas, así como a unas necesidades muy concretas. Sin embargo, no podemos de dejar de tratar, otras construcciones llamadas en algunas ocasiones infraviviendas, que entran dentro de la denominación popular de “chabolas”. Éstas, fueron construidas con alternancia de materiales naturales (tierra, maderas, cañas,  paja y cal) con otros materiales reciclados y de desecho (chapas, tejuelos, tablas y telas), antes de la aparición de los plásticos.

En el chabolismo concurren diversas circunstancias que hacen que este fenómeno se sitúe en el extremo más marginal de estas moradas. No por ello, dejando de ser arquitectura, aunque con soluciones técnicas poco depuradas y adaptada a los citados materiales disponibles, siempre en el entorno urbano y periurbano, de una época determinada de la historia reciente de nuestros pueblos y ciudades.

Hasta la década de los 70 del siglo pasado, existieron en la periferia de la ciudad de Córdoba, multitud de asentamientos de chozas y chabolas. Especialmente concentradas en la orilla opuesta del río Guadalquivir. Los barrios de “Fray Albino” y “Campo de la Verdad” se poblaron con este tipo de hábitat durante varias décadas de la primera mitad del siglo XX, hasta su reedificación formal propiciada por el célebre clérigo Fray Albino, ya en 1950.

Barrio de Fray Albino en 1949.
Últimas chozas y obras de las actuales casas.
Fundación Cajasur.

Callejón en el Campo de la Verdad.
Archivo Municipal de Córdoba.
Campo de la Verdad en 1947.
Diario Córdoba.


Otros barrios actuales, tuvieron su origen en este fenómeno social. Así en el  “El Naranjo”, durante los penosos años de la postguerra civil, se asentaron una serie de chozas y casillas que hicieron los familiares de los presos republicanos que estaban en la cárcel de Córdoba, según comentan (Naranjo et al, 2006). Es posible también, que el barrio de “Zumbacón” tuviera una génesis similar.


Zumbacón en 1950.
http://viejospapeles.blogspot.com.es/2013/05/el-zumbacon-en-1962.html

Chozas inundadas en La Ribera el 10 de junio de 1947.
Archivo Municipal de Córdoba.


Fueron diversos los enclaves de la provincia donde se prodigó esta forma de hábitat, especialmente en las comarcas de La Vega y Campiña Baja. Uno de ellos, fue el la “Cañada Real Soriana”. Esta usurpada vía pecuaria, fue poblándose de jornaleros y gentes sin casa durante varias décadas del siglo XX. Sobre ella, se citan los actuales núcleos de población de “Villarrubia”, “El Higuerón” y “Majaneque” del término municipal de Córdoba y “Los Mochos”, ya en Almodóvar del Río. Este núcleo de población se originó por parte de  trabajadores  temporeros. Según (NAZ MORENO, F., 2008) las autoridades de la época consintieron las continuas construcciones de ramajes y chozas iniciales. Ya en 1930 había 163 caseríos diseminados y 639 viviendas.

Familia Mohedano en una choza de Villarrubia (Córdoba).
Cortesía de Manuel Moral.

En la localidad de Posadas, se constata la permanencia de chozas en el entorno de su núcleo urbano, concretamente junto al Río Guadalquivir. Sobre la “Colada de la Redonda” se localizaba el asentamiento llamado “Las Chozas”. Algunas fotografías (www.posadas.es) recuperadas por José Santiago Igeño, ilustran estas construcciones desde principios del siglo XX. La primera data de entre 1908 y 1910, comentándose al respecto: “Posiblemente se trata de una visita del señorito a los pobres para atender sus necesidades más básicas”. Y la segunda, ya en 1970; “El último de los chozos, viviendas humildes construidas de adobe, paja y cañizo al final del Callejón de Jesús, donde se cobijaban tras la guerra civil las personas más humildes”.

Choza en Posadas (1908-1910). Foto de José Santiago Igeño.
www.posadas.es

Choza en Posadas (1970). Foto de José santiago Igeño.
www.posadas.es

Por otro lado, en la localidad de Palma del Río se documentan ampliamente distintos asentamientos periurbanos de chozas de trabajadores y jornaleros a lo largo de la segunda mitad del siglo XX. Construcciones, que fueron reconducidas hacia otras prefabricadas llamadas “Casas Tubo” y finalmente, hacia barrios actuales de edificios de pisos. Entre estos enclaves se citan: el Barrio de la Soledad, llamado entonces las Cábilas o Llano de las Eras, Mesa de San Pedro o Cerro de la Iglesia, El Lino, etc.

Chozas en los Llanos de la Iglesia (Palma del Río).
Asociación Saxoferreo.

También en la Sierra, se dieron algunos asentamientos de chozas concentradas o dispersas en torno a núcleos mineros, como el caso de Cerro Muriano (Córdoba), Casas Baratas y Vega del Fresno (Belméz) y Cerro o Calle de Los Chozos (Peñarroya-Pueblonuevo). Pero estas serán detalladas en otras entradas futuras.



Referencias bibliográficas.
NARANJO, Luís; MORAL, Manuel; CARRASCO, Miguel y CARRASCO, Agustín (2006). Claves naturales y sociales de la Guerrilla Antifranquista en Sierra Morena. Recorrido histórico-natural por el valle medio del Guadiato.  Biblioteca Ensayo 11. Ed. Diputación Provincial de Córdoba y Ayto. de Villaviciosa. Córdoba. 212 pp.
NAZ MORENO, Federico (2008). Historia de Almodóvar del Río. Ed. Ilmo. Ayto. de Almodóvar del Río (Córdoba). 574 pp.