Con el título de "Albergues y chozas ganaderas del término de Pedroche", presentamos mi compañero de trabajo Ricardo Luque Revuelto y yo, una comunicación en las pasadas IV Jornadas de Historia Local de la localidad cordobesa de Pedroche, realizadas entre el 29 y 30 de junio de 2013. Ahora, se acaban de publicar sus actas, fruto de un cuidadoso trabajo realizado por su organizador y editor Pedro de la Fuente Serrano y la colaboración entre el Ayuntamiento de Pedroche y la Diputación Provincial de Córdoba.
Ciertamente estamos muy satisfechos de haber participado en ellas y haber contribuido de esta manera al conocimiento de una faceta de la cultura popular de esta comarca y municipio pedrocheño, con el objetivo de rescatar de la memoria este tipo de arquitectura ancestral.
Un momento de nuestra exposición. |
Los autores: Ricardo Luque y Rafael Pulido. |
Con nuestros informadores, los pastores José Tirado y Alfonso Arroyo. |
La Ermita de Ntra. Sra. del Castillo, fantástico lugar para el evento. |
Exponemos a continuación, algunos detalles extraídos de la introducción del texto original publicado en las actas:
"El principal
objetivo de esta ponencia es poner de manifiesto la singularidad de
los albergues y chozas ganaderas del término de Pedroche como uno de
los elementos más característicos y definidores de unos paisajes
agrarios que se vinculan tradicionalmente a la penillanura mariánica.
Pero también lo es el tratar de dar a conocer y comunicar dicho
patrimonio, puesto que esta es la mejor garantía para
salvaguardarlo. Es por ello que su difusión cobra un papel
primordial en su conservación, pues la ciudadanía sólo defiende
aquello que conoce y aprecia".
Choza I del Saltadero. |
"Esta arquitectura,
llamémosla de lo útil, se muestra sencilla, humilde, transparente
en sus técnicas y materiales -que extraen o producen localmente-; es
uniforme en sus modos constructivos; es existencial, obra de
artesanos no de arquitectos, puesto que utiliza modelos cercanos y no
modelos ilustrados, persigue
la satisfacción de una necesidad y tiene la característica del
sentido común (Sánchez
del Barrio, 1983:160)".
Choza de la Huerta de Mendo. |
"Está perfectamente
imbricada en los paisajes agrarios en los que se inserta, dotándolos
a su vez de significado y riqueza, de una unidad y una particularidad
que la hace perceptible, no solo para los que nos acercamos a su
estudio, sino a todos aquellos que la contemplan. Así, esta
arquitectura:
“siempre
ha mostrado un admirable talento para ubicar sus edificios en el
medio natural, y en vez de cambiar la naturaleza, se adaptan al clima
y aceptan el desafío de la geografía con los recursos que esta
misma les oferta”
(Fernández
Álvarez ,1991: 47). Sus dimensiones contenidas, la
dualidad de aprovechamientos y de usos -agrícola y ganadero-,
señalan una realidad geográfica que se fundamenta en el acervo
común del campesino de Los Pedroches por compartir y explotar un
medio frágil, pobre en muchas ocasiones y ante un clima hostil, con
los cuales tiene el hombre que establecer un equilibrio que permita
de forma sostenible los necesarios aprovechamientos para su sustento".
Choza de las Abubillas. |
"Es más, como
elementos del paisaje, en ocasiones ya no tienen ni existencia
propia, si no es por la atribución de un significado por parte de
los que las conocieron o de los que nos acercamos a su estudio.
Entonces se convierten en un hecho geográfico e histórico,
susceptible de interpretación, portadoras de valores y significado
diversos, llenas de vivencias y, desde luego, en algo más que una
construcción de piedras en ruinas o una foto desvaída".
Choza del Boquerón. |
"Asimismo, se trata
de una arquitectura que sintetiza las transformaciones agrarias
acaecidas en el seno de esta sociedad rural a lo largo del tiempo,
que ha que evolucionado muy lentamente por razones culturales y
económicas, pero que tampoco ha resultado inmutable ni intemporal".
"Pese
a todo, estas edificaciones de
constructores sin escuela
han sido desestimadas por su carácter funcional, carentes de
apellidos han sido condenadas al olvido, eclipsadas por los valores
de monumentalidad y singularidad valorados tradicionalmente por los
eruditos, por la tutela patrimonial y hasta por la escuela".
"De
igual manera que los espacios rurales de la montaña andaluza, los
municipios de Los Pedroches han sufrido una autentica sangría que no
solo ha sido demográfica, sino lo que es peor, de su paisanaje. La
degradación o desaparición del hábitat rural disperso, la
aparición en nuestros pueblos de un nuevo caserío -que no ha dudado
en recrear modelos estereotipados de una arquitectura homogeneizada,
carente de referencias locales o comarcales-, la fragmentación de
los espacios rurales y la banalización de los modos de vida
campesinos ha terminado por romper a los individuos como sociedad,
diluyendo la cultura que se había fraguado sobre la base de un
entendimiento ancestral entre unos aprovechamientos sostenibles en un
medio caracterizado por la fragilidad de sus componentes ecológicos".
"Es
más, los cambios en los modos de vida y las innovaciones derivadas
del uso de nuevas técnicas han acarreado la estandarización de las
tipologías y de los materiales empleados en la vivienda, de manera
que cada comarca ha ido perdiendo aquellos componentes que
caracterizaban sus propias formas de hábitat, tanto en los espacios
mariánicos como en el resto de Andalucía (Luque, 2012a:514)".
"Así
pues, vamos a tratar seguidamente de rescatar pequeñas islas de
dignidad paisajística, mejor o peor conservadas –incluso
desaparecidas-: las chozas y albergues de Pedroche, unas
construcciones populares que cuentan con un enorme valor geográfico,
histórico y etnológico, y que nos hablan de una manera de vivir, de
trabajar, de comerciar y de subsistir de las gentes que nos han
precedido tanto en el núcleo urbano como, fundamentalmente, en los
espacios rurales del municipio (Ramón, 2001: 7)" .
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