miércoles, 14 de diciembre de 2011

La Madera.

Mención especial requiere este material, pues su aplicación, tanto en los chozos vegetales como mixtos, era básico para sustentar estructuras y cubiertas. Son muy variados los tipos de maderas empleadas en este ámbito geográfico. La encina (Quercus ilex sub. Ballota), por su amplia distribución en la provincia, constituye la principal especie utilizada. Ciertas características físicas, como su gran resistencia y elevada durabilidad, hacía de los troncos y ramas de estos árboles los ideales para construir chozos. El acebuche (Olea europea, var. sylvestris) igualmente, permite ramas de gran longitud y resistencia, aunque algo retorcidas. Fue utilizado principalmente en Las Colonias y La Vega. El Enebro de Miera (Juniperus oxicedrus), de madera casi imputrescible, y el Madroño (Arbutus unedo), aparecen puntualmente utilizados en algunas zonas de Los Pedroches, particularmente en Santa Eufemia y Cardeña. Este último, se utilizaba en muchas zonas de Sierra Morena, cortado en unos pequeños listones llamados “tiguillos” bajo algunas cubiertas de teja. Igualmente, los troncos del Pino Piñonero (Pinus pinea) y Castaño (Castanea sativa), eran cortados para la construcción de ciertas chozas de cabreros, carboneros y mineros en la Sierra de Córdoba.



Rollizo con cañizo.

En otro orden, encontramos todas las especies de ribera (tarajes, olmos, chopos, álamos y fresnos), de los que se obtenían palos muy rectos, flexibles y de una buena longitud. Maderas alóctonas, como las de eucaliptos y algunos pinos, han sido empleadas en ciertas construcciones, sobre todo en aquellas que fueron reformadas con posterioridad a la primera mitad del siglo XX. Se empleaban especialmente en el caso de las carpinterías de puertas y ventanas, donde se incorporan algunos elementos muy puntuales de forja en hierro (rejas, bisagras y pestillos).


Enrramada de palos y paja.

Aunque no se trata de una madera propiamente dicha, sobresale por su peculiaridad el empleo de los bástagos florales del Maguei (Agabe americana), esto es, los “pitones de pitas”, que eran utilizados como viguería estructural de las cubiertas, aportando gran longitud pero poca durabilidad. Fueron utilizados frecuentemente en La Carlota y Guadalcázar (Las Colonias y Vega).


Rollizo con tabla.

Para el trabajo de corte y tala de la madera, se utilizaban ciertas herramientas como el “hacha” y el “hocino” de diferentes formas y tamaños.

Antigua "Hacha" fabricada en Posadas.
"Hocino" utilizado en Guadalcázar.







 

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