Manuel Cabronero[1], únicamente da 6 albergues en su término para 1887. Sin embargo, en la cartografía de la misma época, 1893[2] y 1934[3], aparecen multitud de referencias topográficas alusivas a la presencia de chozas en los antiguos montes comunales de la “Dehesa de la Concordia”, compartida por las “Siete Villas”. Curiosamente, la mayoría con indicación de su nombre propio y muchas de ellas hoy aparentemente desaparecidas: “Choza de Pedro Moreno”, “Choza de Maroto”, “Choza del Fuencalenteño”, “Choza de Miguel Isidro”, “Choza de María de la Cruz”, “Choza de Juan Palomo”, “Choza de los Tiradores” y “Choza de Antonio Panadero”, aunque convendría investigar sobre el terreno.
En otro grupo, y analizando las ortofotos aéreas, observamos que aún podría quedar algo de sus construcciones originales, como el caso de la “Choza de la Borrega” junto al “Cortijo de Don Elías”, la “Choza del Jarote” en el “Talarroyo”, y otras chozas en “Llano del Hierro” y “Rey Negro” donde se aprecian diversas ruinas y corrales.
Igualmente, como todos estos montes fueron históricamente roturados y puestos en olivar, muchos de estos asentamientos originales evolucionaron hacia edificaciones de mayor entidad, esto es, cortijos y caseríos que aún siguen perdurando y que cambiaron las chozas por casas tejadas. Así se citan: la “Choza de Majal Collado”, la “Choza de Zoilo” y la “Choza del Coto”, la “Choza de las Varilas” y la “Choza de José Jurado” actual “Casa de la Niña de Don Lucas”, estos dos últimos catalogados en 2006[4]. Otros ejemplos dispersos son: “Choza de Juan Antonio Romero”, la “Choza de Calvento Hijo”, la “Choza de Martín Reyes”, y la “Choza de Maximiana Moreno”.
Entre las chozas vegetales, destacar una que existió en el “Barranco el Palomo”, de la que queda un registro fotográfico de hace unos 50 años. En ella aparece la pastora Josefa Escribano Encinas y su hija Pepi Sánchez Escribano.
Choza en el "Barranco el Palomo". Cortesía de Jesús Cangas. |
Finalmente, citar las dos únicas construcciones que se han podido inventariar hasta la fecha, una en ruinas y la otra en excelente estado de conservación. La primera, en los “Llanos de Villaharta”, es un asentamiento tipo “rancho” asociado a una antigua huerta, entre las que se conservan las ruinas de una choza mixta de planta rectangular, una zahurda de original cubierta vegetal, redil para ovejas, alberca y otros elementos indeterminados. Y la segunda, la “Choza del Charco del Chaparro” de tipo circular y falsa cúpula, localizada en las proximidades del núcleo urbano de Pozoblanco. De esta misma tipología, algún informador, recuerda una, que pudo ser utilizada como refugio durante la Guerra Civil, pues en su interior aparecieron algunos elementos de impedimenta militar.
[1] CABRONERO Y ROMERO, M. (1891). Resumen por ayuntamientos de todos los edificios y albergues. Pozoblanco (pag. 83).
[2] INSTITUTO GEOGRÁFICO Y CATASTRAL (1893). Hoja 881 (Villanueva de Córdoba).
[3] INSTITUTO GEOGRÁFICO Y CATASTRAL (1934). Hoja 881 (Villanueva de Córdoba).
[4] OLMEDO GRANADOS, F. (2006). Provincia de Córdoba (tomo 2), Pozoblanco, Casa de Las Varitas 690 (pag.823).
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