miércoles, 11 de enero de 2012

Chozas mixtas circulares (II)

Atendiendo a la diferenciación de formas, en las chozas “circulares cónicas”, el esquema estructural es muy simple y estable; un estrecho zócalo de piedra sobre el que descansa una armadura mas o menos geométrica, según los casos, arriostrada y forrada de fibras vegetales.

Choza de la Solana del Cachiporro (Belalcázar).

Su distribución en Córdoba, está focalizada, por un lado al norte de Sierra Morena (Los Pedroches y Alto Guadiato) y por otro al extremo sur de la provincia, en las Sierras Subbéticas, teniendo una amplia difusión como forma de hábitat disperso, hasta hace varias décadas. Son chozas muy variables en cuanto a tamaño, oscilando su planta exterior entre los 2.80 – 7.90 m. de diámetro; aunque lo mas habitual es una media de 5.00 m. Las  mayores, requerirían del refuerzo de un pie derecho central de madera.

Por otro lado, las ovaladas a dos aguas”, se circunscribían a ciertas zonas concretas de Los Pedroches, especialmente presentes en los términos de Santa Eufemia, Torrecampo y Cardeña. En algunos casos resulta curiosa la asociación de esta tipología con el asentamiento de aldeas y pequeñas entidades de población como “Cerro Perolo” y “El Cerezo”. Sus dimensiones son muy homogéneas, oscilando entre los 5.50 – 10.30 m. de longitud en el eje mayor de la planta.

En Villanueva de Córdoba se referían [1] las “chozas de bardo”, término empleado igualmente en Extremadura. Eran una variante rectangular u ovalada usada exclusivamente para el cobijo del ganado (cerdos u ovejas).

Choza en las Ventas de Cardeña. Fotografía publicada por Carlos Flores en 1973.

Como en toda arquitectura vernácula, existen variantes que se salen de la norma, así se han encontrado toda una serie de formas diferentes: dos círculos encontrados, de herradura, barquiforme, círculo con ángulo, cuadrangulares de aristas redondeadas, etc.

Su ámbito geográfico andaluz es muy dispar, estando presentes, a parte de las comarcas cordobesas, también en las jienenses sierras de Mágina y Andújar, así como en la Sierra de Aracena (Huelva). Sin embargo, otros autores[2] las circunscriben únicamente a Los Filabres (Almería), Andévalo (Huelva) y Los Pedroches (Córdoba).

Choza recreada en Albanchéz de Mágina (Jaén).

En cuanto a la distribución ibérica, señalar que se extienden por toda la franja occidental entre Galicia y Centro de Andalucía, pasando por las Sierras de Gredos y Tiétar, Extremadura, Sierra Morena, Sierras Béticas, e incluso más hacia el sur, como el Campo de Gibraltar, donde eran llamados “chozos morunos”. Representa algunos de los tipos característicos del “chozo extremeño”, siendo frecuentes en casi toda la región[3]; no obstante, no son exclusivos de esta, ya que aparecen en las comarcas limítrofes de La Mancha y Andalucía. En ciertas áreas del centro peninsular son llamados “Chozos de horma”, las mantenidas por los pastores  en  las majadas de montaña, junto a los pastos.

Se podría relacionar culturalmente con la ancestral “Palloza” galaico-astur-leonesa de influencia céltica y preromana. Esta vinculación norteña que algunos autores[4], justifican con la repoblación de las áreas reconquistadas de la península, con colonos oriundos de las tierras de los “Castros  que trajeron su arquitectura y formas de vida. Así, se cita la presencia de burgaleses en Sevilla, leoneses en Córdoba y santanderinos en Cádiz.

Nueva Palloza "Casa de Lamas" en Cantejeira (León).


[1] (RAMIREZ LAGUNA, 1986). Dice: “algunas chozas se construían sobre un zócalo de mampuesto o tapial de poca altura (1 m. aproximadamente) llamado bardo…”, pag. 294.
[2] HERNÁNDEZ LEÓN, E. (2004). Arquitectura auxiliar. En: Proyecto Andalucía, Antropología vernácula. Coordinador Rodríguez Iglesias, Francisco. Junta de Andalucía.
[3] MARTÍN GALINDO, J. L. (2006).  Los chozos extremeños: referente histórico y recurso socio-cultural para el futuro. Revista de Estudios Extremeños. Tomo LXII, nºII, mayo-agosto. Departamento de publicaciones. Diputación de Badajoz. 839-890 pp.
[4] FEDUCHI, L. (1978). Itinerarios de arquitectura popular española, 4. Los Pueblos Blancos. Ed. Blume. 496 pp.


3 comentarios:

  1. Qué buenos recuerdos me trae la foto de la choza de Cachiporro...

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  2. Aquellos años haciendo kilómetros con el dos caballos y las bicicletas, con el único sustento de los bocadillos de "teleras".

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  3. Se parece mucho a lo que la arqueología da a la forma de la casa tartésica.

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