sábado, 29 de septiembre de 2012

Cabaña romana.

Como ya se había comentado anteriormente, durante el periodo Romano, se compaginaban viviendas señoriales de cubiertas tejadas, las llamadas  Domus”, con otras mas humildes del tipo cabañas, habitadas por campesinos y que eran realizadas a base de mampostería y cubierta vegetal.




Para hacernos una idea de esta antigua tipología, sirva una muy acertada reconstrucción realizada en el yacimiento arqueológico de Numancia (Soria). Este tipo de grandes albergues, fueron construidos sobre el anterior asentamiento celtíbero, en cierto modo, siguiendo algunos patrones constructivos de la aniquilada cultura prerromana. En este caso, cambia el tipo de construcción de los muros, siempre en planta rectangular. En la romana, totalmente en piedra tomada con barro, frente a la celtíbera que empleaba el tapial sobre zócalo de piedra. Las cubiertas, no obstante, seguían siendo exactamente iguales. Para ello, se disponen armaduras de rollizos de troncos, apoyados bien, sobre los muros o sobre pies derechos. Sobre estos, se techaba con espesas capas de bálagos de centeno.



Vistas exteriores de la cabaña.

La disposición de los espacios, obedece a unos usos y funciones que unifican en un gran espacio volumétrico: vivienda, cocina, establo y pajar, con algunos anexos: horno, aljibe, corrales y vestíbulo. Para conseguir habitaciones más grandes, las tres vertientes de la cubierta se asientan sobre un machón central y transversal realizado en adobe, que reparte el peso de las armaduras. Los romanos incorporan también la ancestral  técnica del “encestado”, para realizar divisiones y tabiques. A pesar de ser una cabaña, todo el interior estaba escrupulosamente encalado, al menos hasta la altura de un zócalo y con solera empedrada.


Espacio interior.
Vista del establo y pajar.

Los gruesos muros y el potente aislamiento vegetal, las hacía muy resistentes al duro clima soriano. Frescas en verano y cálidas en invierno, gracias a la inercia térmica y al calentamiento que producía el hogar y la salida de los humos a través de las fibras de los techos.


Panel informativo.

Resulta realmente sorprendente, como este tipo de técnicas y formas de construcción, con mas de dos mil años de antigüedad, han perdurado casi idénticas hasta no hace muchos años en gran parte de nuestra Península Ibérica. Curiosamente, escuché comentar a un visitante del yacimiento, cuando entró dentro de esta casa:

pero si esto igual que la casa de mis abuelos en el pueblo”.

3 comentarios:

  1. Me encanta!
    Recibe un saludo y mi enhorabuena por tu blog.

    Susana MartínF ***
    intérprete de patrimonio

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    Respuestas
    1. Muchas gracias a tí por seguilo. Me gustaría algún día, visitar vuestro museo. Saludos.

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    2. Cuando quieras y puedas, los fines de semana y los festivos(con días entre puentes también)y te dejo el enlace del blog:
      http://torreondelrecuerdo.blogspot.com/, espero que te guste.

      ***

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