lunes, 27 de febrero de 2012

Espiel.

Los vecinos espeleños, dan crédito a una tradición de dice, que el pueblo se remonta en sus inicios a unas chozas hechas por cabreros en los actuales asentamientos de la villa, que después se convirtieron en casas y que se fueron amontonando poco a poco, versión[1] que no precisa un momento histórico concreto. Por otro lado, Ricardo Córdoba[2] argumenta con certeza su origen en el siglo XIII, con la existencia de una pequeña población en torno a un recinto fortificado en el Cerro del Castillo. En el inventario de Manuel Cabronero[3], se citan 9 albergues en todo su término para 1887, cifra escasa a pesar de la gran extensión de este municipio. En el inventario realizado en nuestro estudio, aparecen casi una veintena de referencias, muchas de ellas manteniendo construcciones, más o menos ruinosas y pendientes de aún de catalogar.

Llaman la atención, ciertas referencias topográficas de finales del siglo XIX[4] [5] (entre 1876 y 1898) y principios del XX[6] (1920), donde se hace alusión a los usos y habitantes de dichos albergues, indicándose incluso los nombres y apodos de dichas personas: Chozos de Carboneros”, “Chozo del Espatarrado”, “Choza de los Posteruelos”, “Choza de Los Mellizos”, “Choza de Narváez”, “Choza de Nariguela”, “Choza de José Vargas” y “Choza de los Serranillos”, entre otras.

La riqueza minera de este territorio del centro de Sierra Morena, fue aprovechada desde antaño. Esto se traduce en la aparición de ciertos poblados y entidades menores de población en torno a núcleos mineros. En su composición arquitectónica debieron alternarse casas y chozas, como es el caso de las “Minas de la Ballesta”, considerada entidad de población en 1887[7]. Igualmente, en la “Sierra de la Marianta”, se citan[8] las “Minas de Chozas Viejas”. Desde finales del siglo XIX a 1932, aparecen en este lugar, numerosas referencias de explotaciones mineras de carbón, como las de la “Dehesa de la Solana”, “Cerro de la Marianita”, “Dehesa de los Hatillos”, “Solanas de Peñas Rubias”, “Los Albornales” y el  “Cerro del Castillo”.

A lo largo de todo el sector occidental del término, ya en contacto con Hornachuelos y Villaviciosa de Córdoba, se localizan diversos asentamientos de ranchos y chozas diseminadas, que tuvieron funciones eminentemente agroganaderas, tal es el caso de la Casa Vieja del Escambrón”, “Choza de Loma del Quejigo”, “Chozos de Los Cabezos” y “Chozo de Las Caballeras”, destacando el asentamiento de las “Adelfillas-Zorzalejo”, un autentico poblado compuesto por bastantes elementos construidos con piedra seca (chozas, hornos y corrales).


 
Choza del poblado de "Adelfillas-Zorzalejo".
Cortesía de Fernándo Díaz.


 
Las tipologías que aparecen, son principalmente, chozas de planta rectangular construidas en piedra y con cubiertas vegetales a dos aguas, también alguna circular; todas ellas con otros elementos anexos como corrales, zahurdas, hornos y colmenares.




[1] (es.wikipedia.org).
[2] (CORDOBA, 1992). Edad media (Espiel). En (SOLANO, 1992), Los Pueblos de Córdoba tomo 2 (pags. 583-584).
[3] CABRONERO Y ROMERO, M. (1891). Resumen por ayuntamientos de todos los edificios y albergues. Espiel (pag. 83).
[4] INSTITUTO GEOGRÁFICO Y CATASTRAL (1898). Hoja 901 (Villaviciosa de Córdoba).
[5] INSTITUTO GEOGRÁFICO Y CATASTRAL (1894). Hoja 880 (Espiel).
[6] INSTITUTO GEOGRÁFICO Y CATASTRAL (1920). Hoja 880 (Espiel).
[7] CABRONERO Y ROMERO, M. (1891).  Con indicación de  “casas y albergues de mina”. (pag.70).
[8] Concesiones mineras. Archivo de la Delegación Provincial de Industria, Comercio y Turismo de Córdoba. Sección de Minas.

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